Con traje y corbata y cruzando una riada en tirolina: los rescates por el terremoto en China

Las autoridades y los efectivos de emergencia y los servicios de rescate en China continúan trabajando duramente para intentar luchar contra la devastación provocada por el último terremoto de magnitud 6.8 en la escala de Richter que ha golpeado a la provincia de Sichuan. En la región, donde volvió a instaurarse el pánico con un nuevo temblor, los importantes deslizamientos de tierra han provocado el desbordamiento de ríos, con grandes torrentes de agua impidiendo el paso a los ciudadanos, algunos de los cuales, incluso vestidos con su ropa de trabajo, han tenido que ser socorridos para seguir con su rutina.

La situación dejada por el terremoto, que se produjo anteayer a 39 kilómetros del condado de Luding, es caótica. El temblor se sintió hasta a 200 kilómetros, en la capital de la provincia, Chengdu, y sus consecuencias son visibles ahora, con numerosas viviendas, establecimientos y negocios afectados, y con un balance de víctimas mortales que crece por momentos. En total, las autoridades contabilizan más de 70 muertos. 74, exactamente, según el último informe, pero no se descarta que la cifra aumente, porque todavía son muchos los desaparecidos y además son más de 300 los heridos que se han contabilizado, algunos de ellos de gravedad.

Los ciudadanos de Sichuan, devastados tras el terremoto

Los ciudadanos de la región, que además venían de atravesar una ola de calor y una sequía que había dejado escasez de agua y cortes de energía, dada la dependencia de Sichuan de la energía hidroeléctrica, no terminan de recibir un nuevo golpe tras otro. Las casas y las carreteras en Ganzi son también una muestra de ello. Han sufrido graves daños y se ha cortado el suministro de energía a seis municipios, mientras que una central hidroeléctrica mediana y seis pequeñas han sufrido graves daños.

Ante la situación, el Consejo de Estado de China ha enviado un equipo de trabajo a la zona para coordinar las operaciones de rescate y ayuda a los damnificados que incluye a miembros de los ministerios de Gestión de Emergencias, Seguridad Pública y Sanidad.

En esta línea, el organismo ha elevado el nivel de emergencia ante terremotos al nivel 2, el segundo más alto en el gigante asiático, mientras que la Comisión Nacional para la Reducción de Desastres, dependiente del Ministerio de Gestión de Emergencia, ha elevado el nivel de respuesta ante desastres nacionales al nivel 3.

En este contexto, muchos todavía recuerdan el desastre de 2008, cuando otro terremoto en Sichuan, de magnitud 7.9, se cobró la vida de más de 80.000 personas.