Kirk Stevens, un hombre británico de 39 años, ganó junto a su pareja un premio de lotería de 11.000 euros al mes durante los siguientes 30 años. No obstante, su pareja rompió con él y se mudó sola a la casa de sus sueños, ubicada en Nottingham y valorada en más de medio millón. Laura Hoyle, de 40 años, se instaló en la nueva casa unifamiliar de cinco dormitorios que eligieron juntos después de obtener la suma de dinero que les cambió la vida en marzo del año pasado.
Stevens, según ha explicado, en declaraciones a 'Daily Mail', planeaba proponerle matrimonio antes de que ella terminara con la relación. Incluso llegó a comprar un anillo de compromiso: "Esa también debería ser mi casa. La elegimos juntos. Es el lugar en el que estábamos destinados a vivir juntos". La ya expareja ganó el mayor premio del sorteo 'Set For Life' de la Lotería Nacional de Reino Unido, un total de 4,2 millones de euros.
Así, Hoyle y Stevens habían decidido comprar la mencionada propiedad y establecer juntos un negocio de cazafantasmas, pasión compartida entre ellos. Sin embargo, hace 10 semanas, ella quiso dejarlo todo. El hombre afirma que debería recibir una parte de las ganancias, pero aunque el cheque que les dieron contenía el nombre de ambos, el boleto se compró con la cuenta de ella y, por tanto, reclamó el efectivo de forma individual.
El hombre asegura que incluso ayudó a su exnovia a mudarse a la casa que habían adquirido. "No podía obligarla a quedarse. No pude hacer que se quedara cuando dijo que no me quería", precisó al respecto. Stevens, que trabaja como ingeniero, no ha vuelto a poner un pie en esa vivienda, algo que lamenta mucho. La pareja comparte la custodia de sus dos mascotas: "La relación no fue perfecta, pero estuvo bien. Hubo algunos problemas en el final, pero no quiero decir cuáles".
Stevens sigue viviendo en su casa, un apartamento valorado en más de 240.000 euros donde también vivió Hoyle por un tiempo, tras haber comenzado su relación en 2018. El hombre asegura sentirse "muy angustiado" por la ruptura y la disputa de las ganancias. Y es que su expareja, antes de cambiarse de casa, no pagaba el alquiler porque él nunca quiso, a pesar de que tenía dinero de la venta de su anterior propiedad.
Pero tras obtener el premio, "tomó la ropa de los armarios y algunos de los muebles que había comprado". "Éramos una pareja, vivíamos juntos en mi casa. Además, nunca esperé ganar", detalla. Stevens dice que sus "nombres aparecían en el cheque" con el que posaron para las fotos y el departamento de prensa de la Lotería Nacional -Camelot-, que hablaban de ambos como los ganadores". Hoyle renunció inmediatamente a su trabajo y la entonces pareja se compró un Porsche Cayenne, "un momento realmente emocionante".
Al parecer, Hoyle comenzó a compartir el dinero de las ganancias, pero terminó dando problemas. Le dio unos 1.000 euros mensuales a Stevens para que pudiera obtener la licencia de docente en ingeniería mecánica. "Nunca lo hubiera hecho, pero Laura dijo que pagaría mi préstamo", comenta el hombre. "La amaba y quería pasar el resto de mi vida con ella. Quería proponerle matrimonio, luego pasamos a un mal momento y pensé: 'No puedo decírselo ahora'", sentencia, antes de concluir: "Las cosas volvieron a la normalidad, pero pasamos por otra mala racha y la vi reacia a comprometerse". Todas las ganancias en este sorteo, detallan medios locales, se pagan a un solo individuo. En este caso, la expareja de Kirk.