Tras la matanza de Uvalde, en Estados Unidos, padres y profesores han decidido despedir al jefe de Policía del distrito, que estaba al mando cuando se produjo el tiroteo en el que murieron 19 niños y dos maestras. La masacre de Uvalde fue una de las más terribles vividas nunca en un centro escolar en Estados Unidos.
En una emotiva reunión en la que padres y alumnos –muchos supervivientes- han aportado sus testimonios, se ha concluido despedir con carácter inmediato a Pedro Arredondo, jefe del policía de Uvalde. Estaba de baja desde el 22 de junio, aunque no había renunciado al cargo.
En el tiroteo en la escuela de Uvalde el pasado mayo, policías armados esperaron en el pasillo del colegio durante 77 minutos mientras el agresor perpetraba la masacre. Salvador Ramos entró armado en la que había sido su escuela de primaria y mató a tiros a 19 niños de unos 10 años y a dos profesoras.
La salida de Pedro Arredondo culmina una investigación de tres meses en la que ha pesado el hecho de que los agentes que intervinieron tardaron casi una hora y cuarto en abatir al asaltante desde que llegaron a la escuela.
La destitución ha salido adelante por unanimidad. La de Uvalde fue una de las más masacres más mortíferas que se ha producido en las aulas estadounidenses en toda su historia.
Antes de la votación, la junta escolar ha celebrado una reunión especial en la que no ha estado presente Arredondo, cuyo abogado, George Hyde, ha denunciado en un comunicado que ha estado recibiendo en los últimos meses amenazas de muerte.
El pasado mes, un comité especial de la Cámara de Representantes de Texas publicó un informe en el que evidenciaba la "atrozmente mala" gestión de las fuerzas de seguridad de Uvalde, con Arredondo sin asumir sus funciones como principal responsable de operaciones sobre el terreno.
Antes de este despedido, el Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde ya le suspendió de su puesto como jefe de la Policía Escolar y poco después él mismo renunció a su cargo como concejal en el Ayuntamiento de esa localidad texana, puesto que había asumido apenas una semana antes de que se diera el tiroteo.
Arredondo lleva casi 30 años trabajando como policía, pero no ha explicado públicamente los detalles de su actuación. En una entrevista con el 'Texas Tribune' afirmó, sin embargo, que no considera que fuera el oficial al mando en el lugar de los hechos.