Las recientes victorias de Rusia en la provincia de Lugansk ha envalentonado a sus combatientes mercenarios que avisan a la Unión Europea que si Putin no les detiene "nos iremos a Berlín".
La bravuconería ha partido del presidente del Parlamento de la República de Chechenia, Magomed Daudov, quien en declaraciones a medios de comunicación ha asegurado que los combatientes chechenos en suelo ucraniano están allí "luchando contra la yihad para defender el Islam".
El dirigente checheno ha celebrado la ocupación de la región prorrusa de Lugansk de la que asegura ha sido liberada de los fascistas ucranianos.
También ha amenazado con seguir la conquista de otras ciudades y regiones del sureste de Ucrania a lo largo de la costa del Mar Negro hasta llegar a Odesa.