Thalita do Valle, una modelo y francotiradora brasileña de 39 años que combatía en las filas de Ucrania, murió la semana pasada después de que un misil de las tropas rusas impactara en su búnker en Járkov, la ciudad del noreste del país que ha sido objeto de intensos bombardeos durante la guerra desatada por el Kremlin. La mujer, originaria de Sao Paulo, contaba con amplia experiencia: había participado en misiones humanitarias por todo el mundo y anteriormente había luchado contra el ISIS en Irak.
La modelo quería defender el territorio ucraniano y falleció solo tres semanas después de unirse a la lucha contra las fuerzas de Vladímir Putin. Según otros combatientes, Thalita se quedó atrás del grupo después de un primer ataque con misiles, por lo que perdió la vida. Además, el exsoldado del ejército brasileño Douglas Burigo, de 40 años, trató de ayudar a su compañera y también murió.
La francotiradora brasileña documentó parte de su experiencia en conflictos en su canal de YouTube, donde sus vídeos sobre la lucha contra el ISIS obtuvieron más de 20.000 visitas. Había estudiado derecho, siendo miembro de las comisiones especiales de la Orden de Abogados del Brasil (OAB) y trabajó como modelo y actriz en su juventud. Asimismo, participó en numerosas operaciones de rescates de animales con ONG.
Sus videos revelan cómo recibió entrenamiento como francotiradora cuando se unió a Peshmergas, las fuerzas militares armadas de la región independiente de Kurdistán en Irak. Un escritor estaba trabajando con la soldado en Ucrania para publicar un libro. El hermano de Thalita, Theo Rodrigo Viera, la describió como una heroína con vocación de salvar vidas y participar en misiones humanitarias.
Según los informes, Thalita ejerció de francotiradora y rescatista, además de ser la responsable de proporcionar cobertura contra el avance de las fuerzas rusas. Después de sobrevivir a un bombardeo en la capital ucraniana, Kiev, la modelo le explicó a su familia que no podía hablar mucho porque los drones del invasor estaban monitoreando las actividades de los teléfonos móviles y que solo llamaba para avisarles de que estaba bien. La última vez que hablaron fue el lunes de la semana pasada, después de que se mudara a la ciudad de Járkov.