Un alcalde mexicano se casa con un caimán en una atípica y colorida ceremonia

  • El alcalde de San Pedro Huamelula, en Oaxaca, México, se ha casado con un caimán

  • Forma parte de una tradición indígena que pervive durante siglos: se cree que trae abundancia y prosperidad para el pueblo

  • Durante la colorida ceremonia, en la que se realizan bailes y cánticos, el caimán luce incluso vestido de novia

En San Pedro Huamelula, un pequeño municipio del estado mexicano de Oaxaca, una extraña y peculiar tradición continúa perviviendo a lo largo de los años a través de una colorida ceremonia en la que no falta la música, los cánticos y los bailes. Respetando la costumbre, y a través de un ritual singular, el alcalde de la localidad acaba de casarse con un caimán.

“Debemos estar presentables para recibir a mi futura esposa”, expresaba el regidor, Victor Hugo Sosa, instantes antes del esperado momento, celebrado bajo la creencia de que, de esta forma, el pueblo tendrá prosperidad y abundancia.

“Tenemos que cumplir con cierto requisito: pedirle a la naturaleza que no nos falten las lluvias, los alimentos, que haya peces en el río… Que las cosas se pidan con ese amor para que Huamelula no sufra, no tenga estas consecuencias”, explica.

La boda entre el alcalde y un caimán, una tradición durante siglos

Besando al animal por clamor popular, durante el ritual milenario el caimán, –que esta vez ha sido bautizado como Alicia Rubí–, tiene su hocico atado para fijar la mandíbula y evitar posibles mordeduras.

“Desde el primer día que me eligió el capitán para ser la madrina estuve pensando en qué es lo que le iba a poner, cómo le iba yo a vestir, ya que es la fiesta más importante de nosotros, los chontales”, explica una joven, encargada de cumplir con ese papel por el que siente alegría y orgullo por sus raíces y su tradición indígena, que pervive desde aproximadamente 1789, según medios locales.

Para la ocasión, el caimán lleva incluso vestido de novia blanco, junto a otras coloridas prendas que le ponen en el transcurso del ritual.

El matrimonio entre el alcalde y el reptil, símbolo de unión con lo divino

De acuerdo al credo indígena, esta especie del género de los cocodrilos, a la que se refieren como “princesita”, se cree que es una deidad que representa la madre tierra, siendo el matrimonio con el líder local un símbolo de la unión de los humanos con lo divino.

“Al principio, desde bebé, hay que darle de comer los alimentos. Come pollo, carne, pescado… Ahora sí, lo que se pueda. Conforme va creciendo, va comiendo más. Primero comía cada ocho días, ahora come dos veces a la semana”, cuenta una lugareña.

Tras oficiar la ceremonia, todos celebran ya un enlace con el que miran con felicidad y optimismo a los días por venir.