Los apoyos de la reina emérita Sofía a sus 86 años: de su hermana Irene a sus tres únicas amigas

  • Este 2 de noviembre, la madre del rey Felipe cumple 86 años, y todavía mantiene una intensa agenda oficial tras la abdicación del rey Juan Carlos, en 2014

  • La reina emérita celebrará su gran día con una comida íntima en Zarzuela y preparando su inminente viaje a Nueva York

  • Además de sus hijos y sus nietos, Sofía siempre ha contado con el apoyo de un grupo selecto de personas

Si hace dos días Casa Real celebraba el 19º cumpleaños de la princesa Leonor, este sábado 2 de noviembre conmemora el 86º aniversario de su abuela paterna, la reina emérita Sofía.

La madre del rey Felipe VI festejará su gran día organizando una comida íntima en el Palacio de la Zarzuela y soplando las velas junto a sus familiares y algunos de sus amigos más cercanos. La fiesta no podrá alargarse mucho, ya que está ultimando los detalles de su inminente viaje a Nueva York, donde aterrizará el próximo 4 de noviembre con motivo de una de las citas más importantes de su agenda anual: la entrega del Premio Sophia a la Excelencia a al músico Gustavo Dudamel en el marco del 70º aniversario del Queen Sofía Spanish Institute.

Este cumpleaños llega en un momento de mucha polémica tras filtrarse unos audios e imágenes íntimas del rey emérito Juan Carlos con Bárbara Rey durante la década de los 90. Sin embargo, Sofía ha sabido hacer oídos sordos al escándalo protagonizado por su marido y en el que se ha visto salpicada, demostrando una vez más su papel intachable de servicio a la Casa Real. Y es que todavía mantiene una intensa agenda oficial tras la abdicación del rey Juan Juan Carlos, en 2014, hace ya diez años.

Además, Sofía de Grecia siempre ha contado, tanto en los buenos como en los malos momentos, con el apoyo incondicional de un grupo selecto de personas que nunca se ha separado de su lado. En estos 86 años, ha construido una red de amistades y familiares leales que hoy, en su vida como reina emérita, se han convertido en sus mayores pilares, como su hermana Irene y un círculo más íntimo que le han brindado estabilidad en los momentos difíciles.

Irene de Grecia

Su hermana, Irene de Grecia, es una de las figuras más constantes en la vida de la reina emérita. Menor que Sofía por cuatro años, Irene ha sido su confidente y su apoyo más incondicional.

La princesa Irene, quien nunca se casó y ha mantenido un perfil discreto, vive desde hace años en el Palacio de la Zarzuela junto a Sofía, acompañándola tanto en sus compromisos como en su vida cotidiana. Irene ha compartido con Sofía su interés por el arte, la cultura y la música, y juntas han promovido causas medioambientales y humanitarias.

Ella siempre ha sido su principal compañera y siempre han sido inseparables. Juntas pasaron el luto por el fallecimiento de su padre, Pablo I de Grecia, hace ya 60 años, así como el de su hermano Constantino II en enero de 2023, y se hicieron más inseparables que nunca.

En las últimas apariciones de la tía de Felipe VI, su familia ha estado muy pendiente de ella: ayudarla a caminar, llevarla en silla de ruedas, ofreciéndole su brazo para evitar que se caiga... Momentos que han quedado inmortalizados y en los que la princesa Leonor y la infanta Sofía han sido las primeras en acudir a su auxilio.

Tatiana Radziwill

Además de su hermana, la reina Sofía cuenta con un grupo cercano de amigas de toda la vida, algunas de ellas vinculadas a la nobleza europea. Entre sus amistades destacan figuras como Tatiana Radziwill, prima lejana y compañera de Sofía desde la infancia que, desde el principio, se convirtió en una hermana más.

Nacidas con un año de diferencia -Sofía en 1938 y Tatiana en 1939-, Tatiana es hija de la princesa Eugenia de Grecia y, por tanto, bisnieta de Jorge II de Grecia, igual que la reina Sofía. Ambas se criaron juntas. "Tuve suerte de compartir con ella la vida familiar en Grecia durante las vacaciones a través de toda mi juventud, lo que fue una fuente inolvidable de felicidad para mí", confesaba Radziwill en 2018, en una conversación con la periodista Carmen Enríquez para su libro Tras los pasos del rey.

Pese a que Tatiana se fue a estudiar a la Universidad de París, la relación entre ambas se mantuvo a pesar de la distancia. "La Reina es como una hermana, una verdadera amiga con la que tengo tan maravillosos recuerdos compartidos que, a la edad que hemos alcanzado ya las dos, pocas vamos quedando con las que podamos hablar de nuestro pasado. Un tiempo feliz que nos hizo tan fuertes para la vida como encariñadas con los demás, gracias a los valores auténticos que nos dieron", añadió Radziwill.

Siguen haciendo planes juntas, lo que demuestra su amistad irrompible. De hecho, este verano de 2024 se las pudo ver juntas durante las tradiciones vacaciones de la familia real en Palma de Mallorca. Hasta allí se desplazaron Irene de Grecia, Tatiana y su marido, el doctor Jean Henri Fruchaud. La princesa Leonor, la infanta Sofía y los reyes Felipe y Letizia pudieron compartir una noche junto a ellos.

Ana María de Dinamarca

Ana María es la viuda de Constantino de Grecia y, por ende, la cuñada de la emérita. La muerte de Constantino hace ya casi dos años dejó un vacío muy hondo en su mujer y en sus hijos. También en sus hermanas, Sofía e Irene. Desde entonces, la reina Sofía se convirtió en el gran apoyo de Ana María. Y su relación se fortaleció más que nunca. Tanto que la abuela de Leonor se trasladó a su tierra natal, Grecia, para apoyar a la esposa de su hermano en este durísimo trance y, a su vez, despedirse de Constantino.

Volvieron a reencontrarse poco después, en el funeral, y también el pasado mes de septiembre con motivo de la boda de la benjamina de Ana María y Constantino, la princesa Teodora de Grecia.

Laura Hurtado de Mendoza

Cuando la reina Sofía fue ingresada en la Clínica Ruber Internacional de Madrid el pasado mes de abril por "una infección del tracto urinario", varias fueron las personas que se trasladaron al centro médico para brindarle su apoyo. Una de ellas fue Laura Hurtado de Mendoza. Ella es la otra compañera de vida de la reina emérita.

Ella fue la mano derecha de Sofía tras su boda con Juan Carlos en 1962 y se convirtió en su secretaria personal, pasando a ser su gran aliada y una confidente más.

Laura también fue la encargada de centrarse en la educación de sus hijos, la infantas Elena y Cristina y del entonces príncipe Felipe, y ha permanecido a su lado en los mejores y peores momentos de su vida. Hasta se encargó de organizar todo cuando Felipe se comprometió con Letizia.

Durante muchos años, fue la persona más cercana a Sofía, igual que lo fue Marisa Satrústegui, la asesora que llegó a Zarzuela en 1977 y que falleció el pasado mes de septiembre en su casa de Madrid cuando estaba a punto de cumplir los 93 años.

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