Tatiana Blatnik está atravesando el que es, posiblemente, uno de los años más complicados de su vida. El pasado 19 de abril se anunciaba su divorcio del príncipe Nicolás de Grecia, con quien contrajo matrimonio en agosto de 2010. Y apenas un mes después, en la madrugada del 18 de mayo, desaparecía su hermanastro Attilio Brillembourg.
Pasadas unas horas, a través de su cuenta de Instagram, la venezolana solicitaba ayuda a la ciudadanía para encontrar a Atti, como cariñosamente le llaman sus familiares y las personas más allegadas. Además, aprovechaba para agradecer las numerosas muestras de afecto y apoyo que había recibido.
La última vez que se vio a Brillembourg fue en una zona residencial de lujo en la localidad estadounidense de Malibú, en la costa sur de California. Tras la denuncia de su desaparición, calificada de alto riesgo por las autoridades, la Policía de Los Ángeles emitió una alerta ofreciendo una descripción y un par de imágenes.
Se trata de una ausencia muy dolorosa para Tatiana, sobre todo en las fechas marcadas en rojo en el calendario. Una de ellas es el 30 de agosto, día en el que Attilio Brillembourg hubiese celebrado su 54 cumpleaños junto a sus seres queridos.
Por ello, Tatiana ha utilizado las redes sociales para mandar un emotivo mensaje. "Feliz cumpleaños Atti. Todos los años, especialmente mientras crecíamos, celebrábamos nuestros cumpleaños juntos. Hoy te celebro, todo lo que fuiste y eres para mí", comienza diciendo, destacando a continuación todo lo que le enseñó acerca de la vida y del amor propio.
En el texto, que acompaña con unas entrañables fotografías, añade que se acuerda de él y que no olvida "los ciclos locos del alma, las mañanas y noches en The Barns, los bongos, los batidos de Oreo, el yoga, las estrellas fugaces y los vuelos perdidos".
"Te extraño y echo de menos nuestras charlas. Atti y Tati siempre. Todos te echamos de menos", señala la princesa, que conserva su título tras el divorcio. De hecho, continúa residiendo en el país heleno.
Aunque de momento no hay noticias sobre el paradero de Brillembourg, Blatnik concluye el escrito mostrando que mantiene la fe en que algún día vuelvan a verse de nuevo las caras: "Te amo hermano y nunca perderé la esperanza. Feliz cumpleaños Atti".
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