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En septiembre de 2022, poco después de que el rey Carlos III ascendiera al trono tras la muerte de la reina Isabel II, una polémica rodeó al soberano que reflejaba cómo era su carácter de puertas para dentro.
El monarca estaba firmando el libro de visitas en el castillo de Hillsborough con un bolígrafo que le ocasionó más problemas de lo que creía. Se manchó la mano de tinta y, acto seguido, y visiblemente molesto, expresó: "¡No puedo soportar esta maldita cosa!", mientras le daba el objeto a la reina Camila.
Este instante se hizo viral y dio la vuelta al mundo. Muchos se preguntaban cómo sería realmente el carácter de Su Majestad. Según varias fuentes que hablaron con The Daily Beast, Carlos III tenía un temperamento "terrible" y una "vena irascible".
Ahora, un antiguo empleado del Palacio de Buckingham ha desvelado cómo es realmente el rey en las distancias cortas.
"Carlos puede tener un carácter terrible. Todo lo que percibe como incompetencia lo pone de manifiesto. No tolera a los tontos. Pero para ser justos con él, como cualquiera que haya trabajado con él te dirá, el rey siempre está muy bien preparado, es diligente y respetuoso", ha apuntado también al citado medio.
También ha señalado que el padre de los príncipes Guillermo y Harry, y a quien le diagnosticaron cáncer a principios de año, espera "que otras personas le muestren el mismo respeto". "Ciertamente puede atacar al personal en términos bastante directos cuando percibe que alguien no ha hecho bien su trabajo o simplemente está siendo, para usar uno de sus términos preferidos, idiota".
Pese a que todos los trabajadores "están bajo mucha presión porque su oficina está increíblemente llena", al final "a la gente le gusta trabajar para él". "No es en absoluto un monstruo en la oficina, pero es humano y a veces pierde los estribos. Por desgracia, a veces hay una cámara que lo graba cuando eso sucede".
Además, una persona cercana a los reyes ha expresado: "Es cierto que tiene un lado irascible, pero está mucho mejor desde que está con Camila. Todo el mundo, independientemente de su posición o estatus, experimenta irritaciones cotidianas, pero literalmente cada movimiento, cada gesto que hace es examinado minuciosamente".
Otro amigo de la familia ha aseverado que los Windsor "tienen tendencia a los berrinches", incluidos el príncipe de Gales y el duque de Sussex.
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