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El pleno del Concello de Pontevedra ha aprobado una nueva ordenanza de gestión de residuos en la que, entre otras cosas, el Ejecutivo local se pone más firme en su apuesta por el compostaje y mejora la separación de desperdicios.
El edil de Infraestructuras, César Mosquera, asegura que la propuesta, que pasa ahora a exposición pública para alegaciones, “es absolutamente pionera” y regula un abanico muy grande de aspectos relativos a la gestión de los residuos municipales, incluyendo un régimen sancionador que vigilará de cerca a los “grandes productores de residuos”.
Asegura que la nueva ordenanza aplica “de manera decidida y enérgica” el principio de que “la responsabilidad de los residuos es de quien los produce” y en este sentido, los principales cambios que recoge el documento se dan, como decimos, en una mayor apuesta por el compostaje y las facilidades para recoger textiles y aceites usados.
En palabras del edil, “los residuos mezclados son una bomba, mientras que por separado constituyen un recurso”, una filosofía que se ha tenido en cuenta a la hora de redactar la ordenanza y de establecer las sanciones con las que penarán las malas prácticas y que recoge la prensa local.
En este sentido el Gobierno local establece tres tipos de infracciones:
-Infracciones leves penadas con entre 80 y 750 euros por, entre otras cosas, mear en la calle, mover o cambiar un contenedor de sitio o dejar la basura fuera del colector (aunque esté lleno).
-Infracciones graves, castigadas con entre 751 y 1.500 euros por usar los contenedores de forma incorrecta.
-Infracciones muy graves, que conllevan multas de hasta 3.000 euros, por no separar de forma correcta y regular los residuos comerciales e industriales en origen y mezclarlos con la basura doméstica.
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