La medida radical de una peluquería de A Coruña contra los clientes que no se presentan: “Se les cobra igual”

El problema de reservar una cita con un profesional y luego no aparecer ni avisar afecta prácticamente a todos los sectores, aunque es el del turismo el que lleva más tiempo acusando y denunciando este tipo de “plantones” que trae de cabeza a los empresarios y contra los que algunos ya han tomado medidas.

También las peluquerías pierden tiempo y dinero con las ‘reservas fantasma’ de clientes que no aparecen ni cancelan sus citas, y la Roto Hair Studio en A Coruña es una de las primeras que ha tomado cartas en el asunto y actuado para erradicar este tipo de prácticas: pidiendo una ‘fianza’ que solo se cobra si no se acude a la hora reservada.

Clientes que reservan por reservar

En este local de corte, situado en la calle San Andrés, disponen de una app para reservar cita que aporta inmediatez al negocio (permitiendo reservar de manera rápida y adaptarse a los huecos libres), pero que tiene una gran desventaja: a veces la gente “reserva por reservar”.

Lo asegura Javi Mangana, copropietario del estudio herculino, que viendo que la práctica de reservar y no aparecer va en aumento, entre otras cosas por la facilidad de no tener que dar explicaciones, ha modificado la app del negocio incorporando un sistema de cobro de fianza a través de la tarjeta de crédito.

De esta manera, el cliente no paga por adelantado pero si no aparece “se le cobra igual el servicio”, explica Mangana en la radio local.

“Los jóvenes están acostumbrados”

El sistema, todavía en periodo de pruebas, tiene como objetivo erradicar a los clientes que reservan y no aparecen a su cita, y que impiden que otras personas que sí tienen intención de acudir no encuentren huecos disponibles.

Javi Mangana y André, propietarios del local pionero en usar este sistema en A Coruña, aseguran que les han preguntado a los clientes qué les parecía la medida y “ni una sola” les ha dado “un contrapunto”, afirman.

Es más, entienden que la gente joven como ellos (su perfil de cliente objetivo) “estamos acostumbrados” a pagar fianza en lugares como un restaurante, un salón de tatuajes o una clínica de fisioterapia, por ejemplo, y aseguran que pedir fianza será el camino que seguirán otras peluquerías como la suya: “La gran mayoría funcionarán así”.

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