Más de un centenar de personas refugiadas llegaban hace unos 10 días a Monterroso (Lugo) y hoy ya son unos vecinos más en el pueblo. Y es que desde este pequeño ayuntamiento lucense están apoyando la integración de estos 120 nuevos habitantes. Una vida y alegría que no sólo notan en Monterroso, también en Mondariz-Balneario, Ribeira de Piquín o Santiago de Compostela. Localidades en las que, en las últimas semanas, han llegado varios grupos de personas refugiadas de África.
Llegaron desde Mali, refugiados por la guerra que azota su tierra natal desde hace más de 10 años, aunque para algunos su travesía comenzó en Senegal. Desde su partida han pasado por varios puntos de la geografía española: Mérida, Tenerife… Un duro y largo camino en el que dejaron atrás sus vidas y su pasado.
Ahora están aquí, en este municipio gallego de apenas 3.500 habitantes, donde no sólo se les integra, sino que también se les celebra.
El S.D. Monterroso comenzaba este domingo la temporada y lo hacía de una forma muy especial: “En el primer partido de liga teníamos que hacer algo especial y no podía ser de otra manera que dándole la bienvenida a nuestros nuevos vecinos”. Esas fueron las palabras que sonaron por los altavoces del estadio local minutos antes de disputar el partido. Acto seguido fueron ellos, los nuevos vecinos, quienes saltaron al campo y tras saludar a los futbolistas, disfrutaron del encuentro desde las gradas. Eso sí, no será el único que vean, pues todos los migrantes llegados hasta el pueblo lucense tendrán “entrada gratis a todos los partidos de la temporada”.
Esta ‘presentación en sociedad’ ante los vecinos ha dado el pistoletazo de salida a una semana de campaña de recogida de ropa, que ya desde el primer día “está teniendo muy buena acogida”, tal y como informan desde el club de fútbol.
Pero esto no es todo, pues en Monterroso pretenden realizar un proyecto con el que llevar a cabo varias actividades socioculturales y deportivas entre los vecinos y los nuevos habitantes.
Pero este recibimiento por parte del club local no fue el único para este grupo de migrantes africanos. También han podido experimentar la fiesta a la gallega al compás de una foliada.
Todo de la mano de la asociación cultural Falcatrueiros, que están colaborando en que la llegada de estos jóvenes esté siendo lo más inclusiva y amena posible.
Y es que en este pequeño pueblo gallego dejan a un lado los prejuicios, pues cada vez son más manos las que están dispuestas a colaborar y hacer lo más agradable posible la estancia de estos nuevos habitantes que parece que han llegado para revitalizar el pueblo.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.