“En Murcia el agua no sube tanto”… fueron las primeras palabras que pronunció un conductor que visitaba la localidad marinera de Muros cuando, al regresar a su coche estacionado en la rampa del puerto, comprobó que la marea se lo había “tragado”.
Pero este hecho que le sucedió a una familia murciana y que se hizo viral en redes, no es un caso atípico en la comunidad gallega y durante el verano pasa casi a diario, aunque eso sí, casi exclusivamente a turistas, que desconocen el nivel de subida y bajada que pueden alcanzar las mareas.
A los cientos de anécdotas como ésta hay que sumar otras tantas relacionadas con rescates de turistas que acceden a zonas prohibidas con indumentaria inadecuada (incluso muletas), vehículos que acceden hasta las mismísimas playas y se quedan enterrados en la arena, gente que estaciona en calles donde se celebra el mercadillo y denuncian el robo de su coche al no encontrarlo o bañistas que al estar el día nublado no se ponen crema y acaban con quemaduras solares por la radiación ultravioleta.
La Voz de Galicia da cuenta en un artículo de algunas de estas “cafradas” de los turistas que visitan la comunidad, de la mano de los miembros de Protección Civil que intervinieron en algunos de los rescates más sonados.
Por ejemplo en A Pobra do Caramiñal (A Coruña), David Cardalda, jefe del servicio de Protección Civil, cuenta que ha visto gente “subir a las piscinas hasta con muletas”, refiriéndose a las piscinas naturales del río Pedras, a las que se llega a través de un camino de difícil acceso por el monte, y explica que “ir en chanclas es lo más habitual, cuando lo adecuado sería llevar tenis o calzado de montaña”.
La consecuencia es que muchas veces “acaban sufriendo aparatosas caídas que hacen necesaria la intervención del helicóptero para evacuarlos”, explica Cardalda.
En Noia, cuenta Eduardo Moledo que las incidencias más graves también tienen lugar en la senda del Tambre, con situaciones muy similares a las anteriores. Allí es habitual, además, que los visitantes estacionen en las calles donde se celebra el mercadillo los jueves y los domingos, y acaban llamando para “denunciar el robo de su vehículo”.
Marcos Fernández, responsable del grupo municipal de emergencias de Ribeira, apunta, por su parte, que los visitantes “suelen hacer barbacoas en lugares donde no está permitido, como en la zona de Couso, además de acampar en lugares no autorizados”.
Por último, el “furtivismo de bañador”, la práctica de recoger marisco de las playas sin autorización, también se repite cada año en los concellos gallegos, sobre todo en “los bañados por la ría de Arousa”, explica la prensa, “lo hacen porque piensan que se puede”, detalla Nacho Pérez, de Protección Civil de Boiro.
Completan la lista los individuos que haciendo caso omiso a las autoridades acceden a lugares con mar de fondo para bañarse entre el oleaje, o se saltan los precintos de la policía para hacerse ‘selfies’ en zonas prohibidas.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.