La cría de marisco se muere en los arenales de Muros debido al exceso de algas: “Es una catástrofe”

  • Los mariscadores creen que las algas habrán llegado a tierra arrastradas por el temporal

  • El calor de los días pasados ha jugado en su contra y las algas están ya en estado de putrefacción

  • Calculan que las pérdidas económicas van a ser cuantiosas y que afectarán también a largo plazo

Mariscadores de a pie de la localidad coruñesa de Muros han estado durante cuatro intensas jornadas retirando moluscos de entre una gruesa capa de algas, nunca antes vista en el lugar en semejante cantidad, que ha cubierto la playa de A Virxe. El objetivo es intentar salvar la mayor cantidad posible de bivalvos de una muerte segura, aunque los ánimos están por los suelos.

Según pudimos comprobar, el bivalvo, en su mayoría cría, ha quedado atrapado entre un grueso manto de lechuga de mar que probablemente, según explican, “habrá llegado a tierra arrastrada por el temporal, que a su vez arrastró al marisco hasta la playa”. Los y las mariscadoras de la zona se temen lo peor: su medio de vida “se asfixia”. Cuentan que “está muy débil por estar bajo el algazo y eso complica que pueda salir a la superficie”, aseguran.

Las temperaturas que se alcanzaron los días pasados tampoco han ayudado nada, y lo que ha pasado es que “las algas están en un estado de putrefacción tal que ya no hay nada que hacer”, explican, mucho marisco que hay debajo ya se ha dado por perdido.

“El futuro pinta muy feo”

Son toneladas las crías de almeja japónica y de berberecho que deben retirar a contrarreloj de entre las algas, y en cuatro días que llevan limpiando, han podido salvar muy poca cantidad.

Esto, dicen, “es la gota que coma el vaso”, después de unos años muy duros de mortandad del marisco, “estas crían son las que saldrían al mercado el año que viene ya que todavía no tienen tamaño comercial”, y “el futuro pinta muy feo”, aclaran.

Las algas, el calor y la putrefacción juegan en su contra. Estos profesionales del sector se pasan horas de rodillas retirando algas y separando los bivalvos pegados a las mismas pero es en vano, “es otro varapalo”, aseguran.

Las pérdidas económicas son cuantiosas ya que al marisco perdido ahora, habrá que sumar la falta de desove de las crías que no llegarán a la edad adulta: “Es una pérdida también a muy largo plazo”, aclaran.

“Es una catástrofe”, explica un marisquero a los micrófonos de Informativos Telecinco, que añade, “si no es por la baja salinidad, es por las algas, y si no, por el furtivismo, es una lucha continua”, concluye.

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