Dice un refrán gallego que: “Polo San Xoán, a sardiña molla o pan”, esto quiere decir que es una buena época para comprar sardinas ya que están en su punto óptimo para ser degustadas, y las brasas de la hoguera son una buena excusa para asarlas.
Es por ello que la noche del 23 al 24 de junio no hay, prácticamente, ninguna localidad en Galicia que no huela a sardinas a la brasa, y que su precio en los mercados se multiplique respecto a los días anteriores.
Este año, además, el San Juan coincide en domingo, por lo que los supermercados y plazas de abastos estarán cerrados por descanso, así que lo más fresco que se podrá conseguir será del viernes. Es por ello que los expertos recomiendan congelar “para que llegue bonita al domingo por la noche”.
La pescadera Manoli Martínez, quien comercializa en la plaza de abastos de Noia con el sello Azul de Portosín, da las claves en la prensa local para que las sardinas presenten su mejor aspecto en las parrillas la noche de San Juan: “Debe comprarse viva, recién cogida. Tal y como la llevas en el táper, meterla en el congelador sin pasar por agua dulce”, explica.
Añade que el sábado por la noche hay que colocarla en el refrigerador para que vaya descongelándose poco a poco y el domingo: “Comes una sardina bonita como si fuera del día”, asegura.
Ella asegura que en su casa acostumbran a hacerlo en noviembre, antes de que llegue la veda: “La vamos comiendo y está como si fuera verano”, concisa.
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