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La selectividad está a la vuelta de la esquina; en Galicia, las pruebas de la EBAU darán comienzo el 4 de junio y, hasta entonces, muchos estudiantes apuran la escasa docena de días que les restan para “vomitar” sus conocimientos sobre un papel y jugarse su entrada en la carrera que desean.
Otros, que ya están en la Universidad, también se la juegan con sus exámenes finales y cuatrimestrales así que, como es de imaginar, el ir y venir en las bibliotecas del país en estas fechas es una constante.
La biblioteca Concepción Arenal de Santiago, o la “Conchi” como la conocen en el colectivo estudiantil, es una de las más concurridas en época de exámenes, y es habitual ver largas colas cada mañana para hacerse con el mejor sitio para repasar apuntes o consultar bibliografías.
La cuenta Salseo USC, que da voz a los eventos y sucesos de interés que tienen lugar en el entorno de la Universidad compostelana, ha publicado en su cuenta de Instagram un vídeo de este martes, con cientos de personas que, pese a la lluvia, hacen cola para ir a estudiar a la “Conchi”.
Para entender este fenómeno y descubrir por qué tantos estudiantes se decantan por esta biblioteca teniendo otras alternativas igual de interesantes en la ciudad, nos hemos acercado con nuestros micrófonos a la capital gallega y la conclusión a la que hemos llegado es que “la Conchi está de moda”.
“Esta biblioteca es muy famosa”, explica Sara, “supongo que aquí la gente viene también un poco a socializar”, añade entre risas.
Su compañero es más directo: “Creo que están ligando más que otra cosa”, advierte. Pablo lo ha vivido en primera persona: explica que "una vez ligué; entre preguntas de cómo llevas esto o aquello, fuimos a tomar un café y acaban pasando cositas", confiesa.
Pero si bien es cierto que entre tanta hormona es inevitable que surjan amistades y algo más, la mayoría van a la “Conchi” a estudiar.
La Concepción Arenal, situada en el Campus Sur compostelano, es la biblioteca más grande de las 3 universidades gallegas, con 995 plazas distribuidas en seis plantas, que en época de exámenes amplía su horario extendiéndolo desde las 08:30 hasta medianoche.
En la biblioteca, dicen, se concentran mejor por la presión social de la gente y porque en casa tienen más distracciones. “Aquí ves a la gente estudiando y te motivas más”, nos confiesa una chica.
La tentación de coger el móvil, el ruido de los vecinos, tener la nevera cerca o la falta de concentración son los motivos que llevan a estos estudiantes a “escapar” de sus casas y meterse en las bibliotecas, aunque esto suponga pasar tiempo haciendo cola incluso bajo la lluvia.
Julia Crespo, profesora de Pedagogía de la USC, nos ofrece su explicación como experta sobre este fenómeno. Según ella, “las personas que van a la biblioteca buscan hacer grupo, el apoyo del grupo les ayuda a realizar su tarea”, explica.
Y corrobora lo que aseguraban los estudiantes a las puertas de la biblioteca: “El grupo apoya y da motivación”, y aunque dice que estudiar en casa no está mal si se tiene una rutina, la experta está a favor de estudiar a horas concretas, siempre en el mismo lugar, con un calendario de estudios, con orden lógico y sin distracciones; factores que se ve que los estudiantes compostelanos encuentran en las bibliotecas y, sobre todo, en “la Conchi”.
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