La Facultad de Xeografía e Historia de la Universidade de Santiago de Compostela, con más de 250 años a sus espaldas, es un edificio de valor patrimonial incalculable que, a lo largo de sus más de 2 siglos de vida, ha ido acumulando una serie de deficiencias que han obligado al equipo rectoral a adjudicar un proyecto de reforma integral urgente.

Las prisas por llevar a cabo la reestructuración se han disparado aún más en las últimas semanas al haber localizado una grieta de gran tamaño en el suelo del depósito de la biblioteca, ubicado sobre una majestuosa sala de lectura.

Según informa La Voz de Galicia, el informe técnico “ha sido tajante”, y explica que aunque el edificio no corre peligro de derrumbe, urge trasladar gran parte de los 145.000 libros que hay en el espacio afectado, una medida que podría perjudicar a los estudiantes, doctorandos y profesores de la facultad que llevan a cabo actividades de investigación, pero que es muy necesaria para evitar que el problema vaya a más.

En dicho informe, realizado por un estudio de ingeniería, se detalla que los daños se ciñen a la cara superior del forjado del bajo cubierta, y en concreto, en los extremos de la zona, donde se ha visto dañado únicamente el pavimento.

El documento añade que el forjado del inmueble tiene una capacidad de sobrecarga de 2,0kn/m2, aunque en base a las estimaciones realizadas, “las losas actualmente están soportando más del doble: unos 5,0 kn/m2”, explica la cabecera.

Los ingenieros explican que como medidas preventivas y para favorecer un mejor reparto de las cargas entre las viguetas del forjado, habrá que cambiar la dirección de las estanterías, así como reducir el número de libros de cada estante (hasta una altura máxima de unos 80 cm), obligando a utilizar tan solo dos de los cinco niveles disponibles hasta ahora.

Otra de las medidas propuestas es reforzar el forjado existente o construir uno nuevo acorde a las sobrecargas exigidas, y a mayores, monitorizar los daños para ver como evoluciona esa grieta de grandes dimensiones.

El gerente de la USC, Javier Ferreira, ha explicado que, pese a que una de las medidas de contención recomendadas es trasladar los libros de la facultad, una parte de los mismos “tiene que permanecer porque de lo contrario la actividad investigadora se apaga”; y añade: “No hay riesgo de colapso pero estamos obligados a tomar medidas de manera inminente”.

La restauración y reforma integral de esta mítica facultad compostelana necesitará un presupuesto de unos 24 millones de euros, un montante que, asegura La Voz de Galicia, “no entra en el plan de financiación de la Xunta”.

El proyecto de reforma incluye la restauración de la piedra de la fachada, cuya humedad ha provocado estragos y la restauración del valioso claustro de la facultad, entre otras obras de conservación.

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