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El partido que este domingo enfrentó al Campanal de Loureda con el Silva, celebrado en el municipio coruñés de Arteixo, ha dejado la imagen lamentable de una brutal pelea entre jugadores de ambos equipos, que se asestaron violentas patadas y puñetazos, y que acabó con uno de ellos con la mandíbula rota.
La pelea tuvo lugar una vez terminado el encuentro, tras el quinto y definitivo gol de los locales, cuando el árbitro señaló el final dejando el resultado en 5-2; en ese momento se desató una batalla campal que fue grabada por una espectadora, y subido a las redes sociales, causando gran repulsa en los internautas.
El diario local La Voz de Galicia, ha contrastado las versiones de ambos equipos implicados y, según el Campanal de Loureda, todo comenzó cuando uno de los visitantes, con el dorsal 2, “le habría pegado una bofetada al dorsal 2 de los locales”, que seguidamente, y como se puede observar en el vídeo, “realiza dos agresiones”, una de ellas “especialmente peligrosa” al patear con fuerza a un jugador que se encontraba en el suelo.
“El vídeo no demuestra cómo fueron los acontecimientos y con ello no estoy disculpando el comportamiento de nuestro jugador», explica el portavoz del Campanal de Loureda, equipo que este lunes reunirá a su directiva para tratar el tema.
Desde el Silva, por su parte, explican a la cabecera local que uno de sus jugadores, el que recibe el primer puñetazo del 2 local, tiene rota la mandíbula y tendrá que ser intervenido; mientras que otro jugador del equipo tiene una contusión sin fractura en el cuello y “deberá usar collarín”. Desde el club coruñés explican que este lunes abrirán “expedientes a los jugadores que se ven afectados”.
En las imágenes captadas por una aficionada desde la grada, se puede ver al jugador visitante intentando huir de su agresor, que finalmente cae y recibe una violenta patada. Ante tal escena, el resto de jugadores intentan separar y apaciguar los ánimos del jugador local, pero cuando parece que la trifulca ha bajado la intensidad, aparece el portero asestando una patada en el pecho al jugador que previamente había golpeado a su compañero.
Esto enciende los ánimos otra vez, y provoca que los jugadores se persigan por el césped para ajustar cuentas de nuevo.
Todo ello mientras desde la grada le advierten al grito de: “Está grabado”.
Los comentarios de los internautas condenando la escena no se han hecho esperar, y entre otros: “Qué se haga viral, por lo menos que se les caiga la cara de vergüenza”, “El espectáculo es bochornoso” o “Vergüenza es poco”, son sólo una pequeña muestra del nivel de indignación desatado en redes.
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