De la ría de Muros-Noia sale el 70 por ciento del berberecho que se distribuye por los mercados de toda España. La calidad, el tamaño y el sabor de este bivalvo en las rías gallegas hacen que sea un producto especial y muy demandado por los paladares más exquisitos, pero este año, casi con toda seguridad, no podrá estar en los menús de navidad.
Las intensas riadas del invierno pasado y la apertura de las compuertas de embalse del río Tambre en bajamar han afectado al nivel de salinidad de las aguas de la ría de Muros-Noia, reduciéndolo prácticamente a cero, lo que provocó la mortandad del 80% de los bivalvos.
Informativos Telecinco ha hablado con el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, quien nos asegura sin titubear que “esta campaña va a ser muy mala, ya ha arrancado muy mal”, y añade que “no sabemos si la campaña durará días o semanas”, pues el tope de capturas no se llega a cubrir ni de lejos, y eso que “tenemos los cupos más bajos de la historia”.
En esta comarca, unas 1.600 familias viven directamente de este sector, que al recoger pocas capturas de talla comercial, es cuestión de días o semanas que dejen de trabajar. La presente campaña ha arrancado, pues, sin fecha de finalización, se cerrará cuando se acabe el marisco de talla comercial y “sospechamos que va a ser pronto”, aseguran.
“Es una desgracia para estas familias que sólo viven del marisco”, sentencia Santiago Cruz, que tendrán que hacer frente a las facturas sin los ingresos habituales que aportaban los 6 meses de campaña.
Los topes de captura para esta campaña se sitúan en 5 kilos de berberecho por mariscador para el sector de a flote para el primer y el segundo tripulante (para el tercero, 3 kilos) y de 3 kilos para el de a pie, así como de 2 kilos por especie de almeja para los mariscadores de a pie y de a flote. Pero la mayoría de faenadores, los tres días que llevan de campaña, regresaron a tierra sin cubrir los topes del berberecho y, en menor medida, también los de la almeja.
Tanto los mariscadores como el patrón mayor coincidieron en destacar que “es la peor campaña de la historia en esta ría” y auguran que “no creo que lleguemos a la Navidad”. Pensando ya en esta época del año, Santiago Cruz asegura que “el marisco va a estar por las nubes”, “otros mariscos también pero el berberecho y la almeja sobre todo”, pues no sabe si podrán ni salir al mar.
El bivalvo que llegue a nuestras mesas por Navidad dice que podría ser de Portugal, Francia u otros países porque en las rías gallegas, en general, hay muy poca cantidad. “Es una desgracia tremenda”, concluye afligido.
El cambio climático, la contaminación de la ría, los depredadores o el furtivismo son otros factores que influyen negativamente en la cría y crecimiento de los bivalvos en las rías gallegas, pero la ría de Muros-Noia, en concreto, sufre la alteración de la salinidad debido a la apertura de las compuertas del embalse del Tambre en bajamar.
En este sentido, el patrón mayor de Noia asegura que se puede llegar a un consenso e insta a la Xunta a establecer un protocolo para que la empresa propietaria de la presa “no abra las compuertas de golpe y libere el agua paulatinamente”.
La cofradía, que solicitará una reunión a tres bandas con responsables de la Xunta y de la empresa propietaria del embalse para abordar este problema, asegura que otro de los problemas es que en bajamar hay mariscadores faenando, por lo que “cualquier día va a ocurrir una desgracia”, sentencian.