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Iñigo de Lomas y su hijo de 15 años Ignacio, ambos heridos de gravedad en el accidente ocurrido el pasado 4 de agosto en Tanzania donde murieron la madre y la hija mayor, ingresaron a las 23 horas de este martes 13 en el Hospital de Cruces (Barakaldo, Vizcaya) donde se encuentran “fuera de peligro, con pronóstico reservado y pendientes de evolución clínica”.
Llegaron a Loiu desde Nairobi a las 22 horas de este pasado martes 13 en un avión fletado por el seguro de viaje contratado y el viaje transcurrió “sin incidencias clínicas”. Una ambulancia les trasladó al Hospital de Cruces, donde el equipo sanitario, médico y de enfermería les realizó una valoración exhaustiva e informó a la familia de la situación clínica de los pacientes, que “no precisaron tratamientos urgentes”.
El padre, según ha detallado el equipo médico, se encuentra ingresado en una planta de hospitalización a cargo del servicio de Traumatología y “no precisa de cuidados críticos”. Mientras que el menor, que se encuentra consciente y estable, ha quedado ingresado en el servicio de Anestesia y Reanimación, donde continuarán con sus tratamientos.
El equipo médico del Hospital vizcaíno ha señalado que el tratamiento recibido por el padre y el hijo en los hospitales africanos donde han sido atendidos desde el momento del accidente “ha sido adecuado”.
Lo que iban a ser unas idílicas vacaciones en Tanzania acabaron en tragedia el pasado 4 de agosto para una familia de Las Arenas, en Getxo. El todoterreno en el que Iñigo de Lomas y su mujer Elena Rentería visitaban junto a sus hijos Inés, de 17 años, e Ignacio, de 15 años, el turístico parque de Ngorongoro cayó desde unos 600 metros de altura al cráter. En el accidente perdieron la vida la madre y la hija mayor.
El coche en el que viajaba la familia vasca entró en la zona de conservación de Ngorongoro y se metió en una zona montañosa de difícil acceso, en la que se requiere mucha experiencia para conducir, según han apuntado varios expertos. Un testigo relató que el vehículo se encontraba en las inmediaciones del cráter cuando, en una curva muy cerrada y una gran pendiente, el chófer no pudo cambiar las marchas y terminó volcando, cayendo desde unos 600 metros de altura.
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