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El pasado domingo perdían la vida en un trágico accidente en Tanzania, una madre y su hija, ambas vecinas de la localidad vizcaína de Getxo. El el vehículo en el que circulaban cayó a 600 metros de profundidad, al interior del cráter Ngorongoro. El padre y el otro hijo resultaron heridos. La noticia del fallecimiento de Elena Rentería y de su hija de 17 años, Inés de Lomas causó una gran impresión entre sus vecinos.
Solo unos días después del terrible suceso, el club de hockey de Getxo donde jugaba la adolescente fallecida ha querido rendir un homenaje a la jugadora y a su madre.
En sus redes sociales, el club muestra la fotografía de varios ramos de flores depositados en una de las porterías y recuerda que Inés fue un “ejemplo de superación, compañerismo y amor por este deporte y club desde categorías inferiores hasta llegar al primer equipo, y jugar en la selección vasca”. De ella, sus compañeros de hockey recuerdan “siempre su sonrisa, cada vez que pisaba el campo”.
Los miembros del club ponen de relieve el apoyo de su familia, “en especial Elena, que siempre estaba dispuesta a ayudar, para hacer crecer más el club”. Además, no se olvidan de Iñigo e Ignacio, ambos resultaron heridos y les desean “una pronta recuperación y que puedan volver a casa lo antes posible”. “Nos sumamos a su dolor y saben que el club está a su absoluta disposición”, añaden.
Además, han querido “agradecer a la familia del hockey y a Getxo Kirolak que en todo momento nos han mostrado su apoyo y nos han ayudado a sobrellevar la perdida”. Es momento de “estar más únidos que nunca, pronto nos vemos por los campos, pero ahora siempre tendremos un motivo más por el que disfrutar de este deporte”. Y se despiden con un “descansar, habéis dejado huella.”
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