Sara Sarmiento, psicoanalista especializada en trauma: "El cerebro se desarrolla en función del ambiente en el que crecemos"

Sara Sarmiento
  • Sara Sarmiento ha escrito una guía que nos ayuda a comprender cómo las relaciones con personas significativas de la niñez conforman nuestra mente

  • La dependencia emocional puede ser una consecuencia de un apego inseguro en la niñez

  • Vivir una infancia con mucho estrés puede provocar una adultez con mucha hipervigilancia

En la infancia se conforman las bases de nuestra identidad, personalidad, mente y cerebro. Este es el pilar sobre el que se asentarán todas las vivencias posteriores de nuestra vida. Sara Sarmiento, psicoanalista especializada en trauma, apego y dependencia emocional, ha publicado 'De niña herida a mujer salvaje' (editorial Grijalbo), una guía para comprender cómo afecta la infancia a la edad adulta. Charlamos con ella en la web de Informativos Telecinco para entender algunas de las claves fundamentales para proteger y poner en valor una etapa tan crucial como la infancia.

Pregunta: ¿Cómo es de importante la niñez para las relaciones que mantendremos en el futuro?

Respuesta: Tanto el psicoanálisis como la neurociencia han demostrado que la infancia es fundamental para las relaciones futuras. Esto se debe a que somos la especie más dependiente del planeta. Nuestros bebés nacen totalmente inmaduros en comparación con otras especies y requieren más tiempo para alcanzar la autonomía. Esta dependencia biológica se denomina apego, que es el vínculo emocional que establecemos con nuestros cuidadores principales.

La calidad de estos vínculos, cómo respondan a nuestras necesidades de seguridad y exploración, y cómo nos vean y traten, configuran nuestra manera de percibirnos a nosotros mismos, a los demás y al mundo. Estas primeras relaciones pasan al inconsciente y son la plantilla que usaremos para relacionarnos a lo largo de nuestra vida. 

P: ¿Cómo tu infancia y las relaciones que tuviste con tus cuidadores, así como el trauma que pudiste vivir, influyen en la construcción de tu cerebro?

R: Las experiencias tempranas impactan profundamente en el desarrollo de nuestro cerebro. Modelan tanto las conexiones neuronales como la formación y el funcionamiento de estructuras clave como la amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal, responsables de la regulación emocional, la memoria, la atención y la toma de decisiones.

Si crecemos en un ambiente seguro, afectuoso y estimulante, el cerebro se desarrolla de manera óptima. En cambio, si vivimos en un entorno de estrés crónico, como en situaciones de maltrato, negligencia o violencia, el cerebro puede experimentar una sobrecarga de cortisol (la hormona del estrés). Esto puede alterar el desarrollo saludable, afectando la maduración de ciertas áreas cerebrales y manteniéndolo en un estado de hiperactivación o alerta constante.

P: ¿Hay buena noticia?

R: Sí, la buena noticia es que el cerebro es plástico, lo que significa que tiene capacidad para adaptarse y cambiar incluso en la adultez. Aunque la neuroplasticidad es más pronunciada en la infancia, en la edad adulta es posible reconfigurar patrones cerebrales con tiempo, esfuerzo y estrategias terapéuticas adecuadas, como la psicoterapia integrativa.

P: Dices en tu libro: “Dentro de toda mujer habitan una niña herida y una mujer salvaje”. ¿Qué quieres decir con esto?

R: La niña herida y la mujer salvaje son metáforas para describir dos aspectos esenciales de nuestra psique. La niña herida representa las vivencias y relaciones que nos causaron dolor y que, consciente o inconscientemente, continúan influyendo en nuestra vida adulta. Por otro lado, la mujer salvaje simboliza nuestro potencial, autenticidad y fuerza interior. Esta esencia salvaje a menudo se ve reprimida por las expectativas sociales, familiares o los eventos traumáticos. Para protegernos, a menudo renunciamos a partes de nosotros mismos para protegernos, encajar, ser aceptados... 

P: ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestra niña interior?

R: Para sanar no debemos cambiar a la niña interior ni avergonzarnos de ella, pues esto es exactamente repetir el trauma infantil, sino abrazarla con compasión, reconociendo que no hay nada malo en ella. La clave está trabajar día a día para activar a la mujer salvaje y que ella ayude a la niña herida cuando se activa a través del miedo, la vergüenza o la culpa.

P: ¿Cómo podemos detectar las heridas de nuestra niñez? 

R: Podemos identificarlas a través de síntomas como ansiedad, depresión, baja autoestima, dificultad para superar duelos, trastornos alimenticios o problemas con la imagen corporal, por poner solo algunos ejemplos. 

También se reflejan en patrones relacionales repetitivos, como la dependencia emocional, las relaciones caóticas o la incapacidad para establecer límites. Estos síntomas son señales de que hay algo en nuestro pasado que nos está afectando en el presente, aunque no lo sepamos ni lo podamos relacionar sin un buen trabajo en autoconocimiento. 

P: Hablas de la dependencia emocional y de la económica. ¿Cómo se relacionan con la infancia? ¿Qué podemos hacer para frenarlas en el presente? 

R: La dependencia emocional está directamente relacionada con la infancia por lo que expliqué al principio: el apego. Cuando las relaciones tempranas no ofrecen la seguridad, el amor o el reconocimiento necesarios sino que hay experiencias de sobreprotección, abandono, negligencia o vínculos inestables, pueden generar una niña herida que “tiene hambre” de ser amada o cree que sin los demás no es capaz de enfrentarse a la vida. Como esta niña vive dentro de la adulta que somos, nos pasamos la vida buscando en otras personas lo que no recibimos de nuestros cuidadores. Esto nos lleva a repetir patrones disfuncionales, como relacionarnos con personas similares a aquellas que causaron las heridas, o comportarnos de manera que perpetuamos el rechazo. Y todo esto lo hacemos de forma inconsciente.

P: ¿Y la dependencia económica?

R: La dependencia económica está más vinculada al presente, a situaciones en las que una mujer puede tener que depender de su pareja, o ha caído en una relación de maltrato económico. Sin embargo, también puede relacionarse con mensajes o dinámicas aprendidas en la infancia, como creencias limitantes sobre el dinero o el éxito. Además, factores sociales y estructurales siguen dificultando la autonomía económica de muchas mujeres. 

P: ¿Qué soluciones propones?

R: Para solucionar todas estas cosas, en mi libro propongo ejercicios de autoconocimiento, regulación emocional o construcción de un estilo de vida basado en el slow living, pues regula el sistema nervioso que ha quedado en estado de alerta debido a experiencias traumáticas. El libro es una guía para sanar a esa niña herida y que cada mujer pueda encontrar la libertad, el amor y su autenticidad.

Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.