De momento, el consumo esta garantizado pero en dos localidades andaluzas les han cortado el grifo. El acuífero que abastece a los vecinos de Pedrera y Aguadulce baja seco. Situación similar en los pantanos, el agua almacenada en la cuenca del Guadalquivir no llega ni a la mitad de la media de los últimos diez años.
El embalse de La Breña está al 14 por ciento de su capacidad y se puede pasear por el antiguo club náutico. La alerta por sequia es generalizada y con las fuentes secas en 22 municipios del alto de Ampurdán han limitado el consumo por persona y día. Las limitaciones aun no han llegado a Navarra pero el agua en pantano de Yesa apenas llega al 16%. Con las antiguas ruinas del balneario al descubierto, algunos han aprovechado para darse un baño en la pozas.
La biodiversidad lleva años sufriendo estragos en este territorio y las especies de flora y fauna pelean por sobrevivir en los 57.679 kilómetros cuadrados ahora resecos que abarca la cuenca, con tesoros como el Parque Nacional de Doñana, sin apenas humedales y los acuíferos al mínimo.