La sequía será dentro de poco tema de conversación en España, en vista de los datos. A pesar del balance positivo de precipitaciones del último año hidrológico –de octubre a septiembre–, nuestros embalses están por debajo del 40 por ciento por la insaciable demanda de agua, y es previsible que sigamos atrapados en la escasez si la cosa no cambia. ¿Cuándo volverá a llover?
Según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el año hidrológico que acaba de terminar ha tenido un carácter “normal”, con un balance de precipitaciones por encima de la media histórica.
Las precipitaciones acumuladas a nivel nacional fueron de 606 litros por metro cuadrado, lo que representa alrededor de un 5 % menos que el valor promedio del año hidrológico (641 l/m2).
No obstante, nuestros embalses no han dejado de perder agua y se sitúan ya al 39,94 % de su capacidad. Esta cifra está por debajo de los registros de 2020 y 2019 para estas fechas, y 12 puntos por debajo de la media de los últimos diez años. La situación es especialmente preocupante en las cuencas del Guadalquivir, del Guadiana y del Segura.
Esta escasez se entiende por el aumento de la demanda de agua en nuestro país, además de un cambio en el carácter de las lluvias, que se han producido de manera más torrencial de lo habitual este año. Se consideran torrenciales aquellas que ocurren en menos de 3 horas y descargan 60 litros por metro cuadrado o más en solo una hora en un lugar específico.
Estas lluvias, que a veces causan inundaciones, descargan mucha cantidad de agua, pero lo hacen tan rápido que nuestros acuíferos y reservas no pueden recargarse por la inmensa escorrentía. Además, las zonas afectadas por estos episodios torrenciales no tienen por qué coincidir con zonas con cursos de agua que vayan a parar a embalses, como explico el portavoz de Aemet en ‘Maldita’ recientemente.
El otoño, además, no tiene buena pinta. Según las predicciones de la Aemet, “para el periodo octubre-noviembre-diciembre de 2021 existe una mayor probabilidad de que la precipitación se encuentre en el tercil seco en toda España, con menor probabilidad cuanto más al este". El Ministerio para la Transición Ecológica ha avisado de que, aunque los próximos meses baja bastante la demanda de agua, España estará a expensas de la meteorología del final del otoño y del invierno para que no sea necesaria la adopción de medidas severas de cara a los meses de mayor demanda del año 2022.
Según el pronóstico provisional del centro europeo ECMWF, sucesivos frentes atlánticos podrían atravesar la Península la semana que viene, causando precipitaciones en los tercios noroeste y norte, y no se descartan en zonas de montaña de otras regiones del país.
“Pueden ser localmente persistentes en el oeste de Galicia”, predice la Aemet, y “no se descartan precipitaciones, más débiles y dispersas, en zonas aledañas y en Baleares”, así como en Canarias.
No obstante, en conjunto, se prevé que la semana del 18 al 24 de octubre, y la siguiente, sean más escasas en lluvias de lo normal para estas fechas, sobre todo en el suroeste peninsular y puntos de los Pirineos.