El Ministerio de Sanidad reconoce ya que existe una "posibilidad real" de que la variante británica del coronavirus esté relacionada con "mayor gravedad" y "mayor letalidad" en los casos de covid-19. Así lo destaca en la 'Actualización de la situación epidemiológica de la variante B.1.1.7 de SARS-CoV-2 y otras variantes de interés', publicada este viernes.
En este informe, dando cuenta de que la temida mutación efectivamente se está extendiendo paulatinamente por el conjunto del territorio español, adquiriendo cada vez más presencia, el departamento dirigido por Carolina Darias señala que ya se han notificado en España más de 400 casos confirmados de la variante británica en 14 comunidades autónomas: Madrid, Andalucía, Cantabria, Baleares, Comunidad Valenciana, Asturias, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco, Galicia, Extremadura, Navarra y Cataluña.
Y no solo eso, porque actualmente se están analizando muestras de otros casos sospechosos en el Centro Nacional de Microbiología y los laboratorios designados de las comunidades autónomas.
La variante, además, fue detectada también en aguas residuales de Granada el 17 de diciembre del 2020, y en paralelo, ahora Islandia ha comunicado a través del EWRS la detección de 4 casos positivos con esta variante en turistas procedentes de Canarias.
Todos los expertos coincidían: la gran amenaza de estas nuevas variantes, como la B1117, es que han probado tener un enorme poder de contagio; mayor transmisibilidad, lo que a su vez posibilita que cause más daño. El Ministerio de Sanidad también lo destaca así, señalando que según los estudios realizados, la variante efectivamente está asociada a una mayor capacidad del virus para transmitirse, lo que puede vincularse a su vez a una mayor incidencia de la enfermedad en los lugares donde circule ampliamente y no se apliquen estrictamente las medidas de prevención de la infección. Esta posibilidad, subrayan, puede evidenciarse e incrementarse gradualmente si, como se espera, la variante va teniendo mayor prevalencia en los territorios. Sanidad así lo espera. Concretamente, y según palabras del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, de acuerdo a los datos recabados por otro países como el propio Reino Unido o Irlanda, estiman que la variante británica podría llegar a ser predominante "entre finales de febrero y la primera quincena de marzo", con una presencia superior al 50%.
En este sentido, la advertencia del Ministerio es clara: "Existe una posibilidad real de que pueda estar relacionada con mayor gravedad y mayor letalidad". Además, Sanidad añade que "el riesgo de que se produzca un aumento progresivo en las hospitalizaciones asociado a la circulación cada vez mayor de la variante es por tanto elevado, tanto por el aumento de la incidencia como por el aumento de la gravedad".
En este momento, según refiere el informe de Sanidad, "existen evidencias de que la B1.1.1.7 no afecta a la capacidad de neutralización de los anticuerpos en personas inmunizadas con pautas vacunación completas, por lo que es probable que se mantengan las eficacias estimadas de las diferentes vacunas actualmente disponibles". Es decir, se considera que las personas que han recibido las dos dosis de vacuna y han pasado los 7-10 estimados para estar inmunizados, estarían protegidos con la misma eficacia que con la cepa original del virus con la que se probaron los ensayos. En este sentido, investigadores de la vacuna de Oxford-AstraZeneca se pronunciaban hoy en la misma línea.
Paralelamente, el Ministerio ha informado de que se ha notificado la aparición de otras dos variantes con mutaciones en la proteína de la espícula también asociadas a un aumento de transmisibilidad. El 18 de diciembre de 2020, Sudáfrica anunció la detección de una nueva variante perteneciente el linaje B.1.351 y denominada 501Y. V2, debido también a la mutación N501Y.
Esta mutación también está presente en la variante británica y ha desplazado al resto de variantes circulantes en Sudáfrica desde el mes de noviembre, si bien Sanidad ha asegurado que "no hay evidencias de mayor virulencia".
Algunos estudios muestran una disminución de la capacidad de neutralización de sueros de pacientes convalecientes por lo que preocupa que pueda producir un mayor número de reinfecciones o reducir parcialmente la eficacia de las vacunas. Hasta la fecha, más de 700 casos han sido detectados en 28 países fuera de Sudáfrica, 200 casos en otros 11 países europeos. En España, por el momento, conocemos un caso en Galicia y otro en Cataluña.