La variante británica del coronavirus SARS-CoV-2 es una de las cepas que más preocupan en las últimas semanas por su virulencia y capacidad de propagación, una variante que se ha encontrado ya en 73 países, entre ellos España. Aquí, hace un par de semanas el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ya alertaba de que la presencia de esta variante en España es muy estaba en torno al 5%, pero que podría llegar a ser “la dominante en el mes de marzo”.
Pero, además, esta variante está sufriendo mutaciones, de las que ya se han registrado más de una veintena. Pero, entre todas ellas, preocupan dos: E484K y N501Y, dos tipos que han sido bautizados por los genetistas como Erik y Nelly, por el parecido con su definición técnica. Ambas mutaciones han sido detectadas ya en las tres cepas que más preocupan actualmente, además de la británica, en las variantes surafricana y brasileña.
Tanto Nelly como Erik afectan a la 'llave' con la que la covid19 entra en nuestras células. Lo preocupante es que N501Y añade una mayor transmisibilidad al virus y, peor aún, agrava sus síntomas. La mutación E484K, por su parte, compromete la respuesta de los anticuerpos ante el virus, lo que podría hacerle más resistente a las vacunas. Los científicos temen que estas mutaciones podrían ser la señal de que el virus estaría transformándose, y lo estaría haciendo en diferentes puntos del planeta al mismo tiempo, convirtiéndose en un virus con una capacidad de transmisión y gravedad mucho mayor.
Que la variante británica contenga ya ambas mutaciones es muy preocupante (hasta hace unos días no se había detectado a Erik en esta cepa) ya que podría causar estragos del estilo de los registrados en la ciudad de Manaos de hace un par de semanas. Allí la variante brasileña, conocida también como P1, demostró el poder de transmisión de Erik y Nelly.
La propagación de Erik dentro de la variante británica podría incidir en la eficacia de las vacunas, como ocurre con las brasileña y surafricana, si bien los preparados aún ofrecerían cierto nivel de protección. Un estudio preliminar de la universidad inglesa de Cambridge indica que la vacuna de Pfizer-BioNTech es eficaz contra la variante británica, pero es "menos efectiva" cuando contiene la mutación E484K, pues entonces se requieren "niveles sustancialmente más altos de anticuerpos para neutralizar el virus".