Cabecea Pedro Piqueras cuando David Cantero cuenta los datos de la erupción del volcán de La Palma y el desastre que está provocando con 193 hectáreas convertidas en nada y miles de personas evacuadas que han visto sus casas destruidas. Pedro Piqueras, alcachofa en mano como dicen en el argot, como un reportero más, ha querido ver en primera persona esa lengua de lava que recorre las calles. Y lo ha hecho acompañado de la Guardia Civil. Lo que ha encontrado lo ha definido como algo que no había contemplado en toda su vida. Una lengua que da tiempo a ver cómo arrasa todo a su paso porque lo que hay tras ella no es más que casas sepultadas y destrucción.
Decenas de familias ahora en Todoque han tenido que ser evacuadas e intentan salvar lo que pueden de sus enseres porque saben que nada quedará de ellos. Es lo que le ha pasado a miles de personas. Más de 180 viviendas han desaparecido. Y Piqueras ha contado in situ el calor, la sensación y la destrucción de esas lenguas que se toman su tiempo, que van a un ritmo de un hombre caminando pero no dejan nada a su paso. "No he visto nada igual no nos podemos quedar mucho tiempo porque es un riesgo", dice Piqueras. Antes, en la conexión, el cabeceo de su cabeza demostraba la desolación que ha visto in situ. Los efectos de esa lengua de varios metros que no deja nada a su paso.
Pedro Piqueras ha entrevistado a Nemesio Pérez. coordinador Científico del Instituto Vulcanológico de Canarias. Estábamos escuchando algún estallido dentro del volcán. "Se debe a un jet con gases y partículas desde donde emerge toda esa energía acumulada. Los volcanes emiten telegramas y si se interpretan bien se pueden hacer pronósticos.
El análisis de Piqueras de 48 de volcán en Palma.
Pedro Piqueras: "Lo importante ahora es resolver el problema de las personas que se han quedado sin casa"