La erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, ha lanzado ríos y columnas de magma que están abrasando todo a su paso. Entre los mayores peligros está la expulsión de piroclastos, que amenazan con impactar en zonas cercanas tras formar una especie de nube, por lo que se está recomendando a la población mantenerse lo más alejada posible del área volcánica. ¿Qué son estos piroclastos y qué precauciones hay que tomar?
La salida del magma a la superficie se produce en tres formas: líquido (lavas), gases y proyección de fragmentos sólidos (piroclastos).
Esta palabra se compone de otras dos: de piros, fuego, y clasto, fragmento. Los piroclastos proceden de la fragmentación del magma producida por la expansión violenta de las burbujas del gas que contiene, explican desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Estos materiales fragmentarios son arrastrados violentamente por el gas hasta la boca de emisión, y se conocen por diferentes nombres según tu tamaño: bloques (>64 mm), lapillos (entre 64 y 2 mm), y cenizas (< 2 mm).
Los más grandes son proyectados balísticamente, pudiendo llegar a una altura de 40 kilómetros y ser dispersados a grandes distancias. Cuanta más altura alcanzan, más lejos pueden llegar. La caída de estos piroclastos grandes y ardientes (con temperaturas de unos 700 ºC) puede provocar incendios, por lo que suponen un enorme riesgo.
Los fragmentos más pequeños, por su parte, se incorporan a la columna que emerge del cráter. Así, se forma una gran masa de gases y cenizas que puede recorrer distancias de hasta 100 km, según el IGN. Los piroclastos incorporados a la columna de gas, pueden ser arrastrados por el viento y caer en forma de lluvia de cenizas a grandes distancias. Al llegar muy alto en la atmósfera, llegan a afectar al tráfico aéreo.
Entre los mayores riesgos actualmente para la población en La Palma está la caída de cenizas, que como decimos puede ser transportada a distancias grandes por los vientos. “Las cenizas de caída pueden cubrir áreas enormes, de miles de kilómetros cuadrados, generando depósitos de espesores desde centímetros hasta metros, dependiendo de la distancia al centro de emisión”, advierten desde Protección Civil.