Recuerda a otros tiempos. Muy negros. A los que nadie debería querer volver. Aunque los independentistas claman porque todo es un montaje y el independentismo es pacífico, la operación de la Guardia Civil de hoy mancha y mucho su movimiento. Y la operación llevaba un año preparándose.
Los investigadores han hallado información sobre un cuartel, sobre edificios estatales y también de infraestructuras críticas en la operación que se ha saldado con nueve detenidos (dos han sido horas después puestos en libertad) por formar parte de un grupo vinculado con los Comités de Defensa de la República (CDR) que presuntamente planeaba acciones violentas, según han confirmado fuentes de la investigación.
Siete de los nueve arrestados llegarán este lunes a Madrid custodiados por la Guardia Civil, quedando a disposición del Juzgado central número 6, al frente de la investigación junto con la Fiscalía de la Audiencia Nacional y los Servicios de Información del Instituto Armado.
Las detenciones se han practicado sin incidentes. De los siete que serán trasladados a dependencias policiales de Madrid, cinco ya habían iniciado el viaje en torno a las 19.00 horas y los otros dos tenían previsto hacerlo una vez finalicen los registros que estaban presenciado.
Fuentes jurídicas han asegurado que los siete arrestados trasladados a Madrid previsiblemente pasarán a disposición judicial entre el miércoles y el jueves. Los dos que han quedado en libertad en Barcelona también han quedado a la espera de la citación del Juzgado central número 6 de la Audiencia Nacional.
Los detenidos son todos hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 35 y los 50 años. Entre los arrestados se encuentran Eduard Garzón y David Budria, que ya fueron investigados en febrero por la protesta en los alrededores de la cárcel de Lledoners durante el último traslado desde Cataluña a Madrid de los exdirigentes catalanes presos y juzgados en el Tribunal Supremo. A los integrantes de aquella protesta se les conoce como 'Los 9 de Lledoners'.
Los investigadores tienen constancia de que los arrestados este lunes estuvieron en una cantera antes de que se desarrollara el operativo. Según precisan fuentes conocedoras del dispositivo, en los registros se ha intervenido termita y TATP (peróxido de acetona), sustancias ambas que son compatibles con la fabricación de explosivos.
La Guardia Civil ha intervenido "abundante" material en los diez registros practicados en la provincia de Barcelona: cuatro en Sabadell y los restantes en Mollet del Vallès, Cerdanyola del Vallès, Santa Perpètua de Mogoda, Sant Vicenç de Torelló y Sant Fost de Campsentelles.
Tanto el Ministerio del Interior como, luego, la Fiscalía de la Audiencia Nacional han difundido sendos comunicados en los que se relaciona a los nueve detenidos en Cataluña con material y sustancias "consideradas precursores para la confección de explosivos, susceptibles (a espera de confirmación por los especialistas) de ser empleadas en la fabricación de artefactos explosivos".
El Ministerio Público ha añadido que la investigación se centra en la fabricación de explosivos para "ser utilizados contra objetivos seleccionados por un grupo de militantes de los CDR". De hecho, en el asunto de su comunicado habla de "neutralización acción y grupo terrorista de índole secesionista catalán".
La Fiscalía recuerda que la investigación de los Servicios de Información de la Guardia Civil y el Juzgado Central número 6 de la Audiencia Nacional se encuentra bajo secreto de sumario "ante la certeza de que las acciones se iban a perpetrar aprovechando el periodo comprendido entre el aniversario del referéndum ilegal de autodeterminación del 1-O de 2017 y el anuncio de la sentencia del juicio del procés".
Por este motivo, la Fiscalía justifica que se "ha decidido proceder a la detención de los implicados para abortar el proyecto que podría haber ocasionado daños irreparables debido a lo avanzado de sus preparativos".
En las imágenes distribuidas por la Guardia Civil del operativo se aprecia que agentes armados acceden a lo que parece un taller donde se acumulan bolsas de plástico con sustancias en polvo. También hay diverso material como cazuelas y ollas, herramientas habituales para la mezcla de estas sustancias si el objetivo es fabricar explosivos.