La rapidez con la que la quinta ola comenzó a dejar una auténtica marea de contagios en España ya está causando verdaderos estragos en los hospitales, donde cada vez llegan más pacientes, algunos de los cuales terminan en la UCI. También los jóvenes, quienes no cuentan con una amplia cobertura de vacunación y, por su movilidad y su amplio volumen de contacto social, se han convertido en el perfil más característico de esta onda epidémica.
Si bien según los últimos datos compartidos por el Ministerio de Sanidad, y tal y como afirmaba Carolina Darias tras el Consejo Interterritorial del miércoles, la velocidad de crecimiento de los contagios se está ralentizando y parece, de hecho, que podríamos estar llegando ya a una “estabilización” de la curva o “meseta”, la realidad es que todo ese impacto por el aluvión de nuevos casos está teniendo ahora su efecto más visible en las UCI; toda esa ola de contagios que ha llegado a poner incidencias en España incluso por encima de los 700 casos por 100.000 (701,92 el pasado martes 27 de julio), han terminado por incrementar de una forma ya significativa la presión hospitalaria. De media, de hecho, casi 1 de cada 5 pacientes ingresados en UCI lo están por covid.
De ello alertaba recientemente en una carta tan cruda como real y demoledora el médico intensivista Domingo González, del Complejo Hospitalario Insular Materno Infantil, quien hacía un llamamiento desde Facebook para que todos y cada uno de nosotros cumplamos las medidas de protección y prevención frente al virus y seamos conscientes de la necesidad de vacunarnos frente a la covid-19 y sus efectos.
Encabezando su mensaje con una instantánea en la que un grupo de sanitarios, “enfundados en los EPIS”, luchaba en una UCI por salvar la vida de “una joven gravísimamente enferma”, González relataba la situación:
“Esta foto ha sido tomada hoy mismo en la unidad de cuidados intensivos dónde trabajo como médico Intensivista, escena que llevo viendo desde el mes de marzo del año 2020, en que ingresó la primera paciente con neumonía bilateral por la COVID19. Y no por haberlo visto tantas veces repetidas me deja de impactar, incluso después de más de 30 años de profesión”, escribe, antes de ahondar en un análisis que llama a una seria reflexión:
“Aunque se han producido muchos cambios respecto de la primera vez, –como que conocemos mucho más de la enfermedad, nos sentimos más seguros, tenemos muchos más medios, tenemos vacuna y ya estamos vacunados, tenemos menos riesgos–, lo que más me impresiona es que nos ingresan pacientes más jóvenes, previamente sanos que, por no estar inmunizados y como consecuencia del impresionante aumento de contagios de esta quinta ola, causada por la enorme irresponsabilidad de parte de nuestra colectividad, están viendo peligrar su corta y valiosa vida. Y sigo sin entender algunos comentarios y críticas a la toma de medidas drásticas para frenar esta ola de contagios. Algunos de esos comentarios exigen, con vehemencia, que se celebren fiestas, eventos masivos, libre circulación y un largo etcétera”, lamenta y critica, antes de continuar:
“Cuelgo esta foto de hoy mismo, en que mis compañeros luchan, durante horas, enfundados en los EPIS, por la vida de una joven gravísimamente enferma. Con este acto quiero llamar a la reflexión a los que no respetan las normas de prevención, a los que no creen o a los que suponen que con ellos no va la cosa, para que nos ayuden a salvar vidas, a lo mejor hasta la suya o familia y de amigos, antes de que nos lleguen a la UVI, en qué ya pudiera ser tarde”, reclama, finalizando con un “¡¡Por favor, ayúdanos a salvar vidas!!”
Hoy, apenas seis días después de aquella publicación, la triste noticia es que pese a todos los esfuerzos que realizaron los sanitarios, no pudieron salvar a aquella joven que se encontraba “gravísimamente enferma”.
La joven, “sin patologías, aunque con algunos factores de riesgo”, murió en el hospital tras contagiarse “en un entorno social”, tal como ha descrito ahora Domingo González, en una entrevista para COPE Canarias.
Además, el drama es aún mayor, porque también los padres de la joven fallecida han ingresado en la UCI.
“Esta es la situación que la población no quiere ver o entender. Que sigan de fiesta”, ha denunciado, aseverando que “no se están tomando las medidas adecuadas, ni por las autoridades ni por la población”.
Más allá, a todos aquellos que no quieren concienciarse de la gravedad de la covid-19 y esta nefasta pandemia, lanza un dato igualmente dramático y demoledor: “Una vez intubado, el mínimo en cuidados intensivos es de 3 semanas, y puedes tardar hasta 1 año en recuperarte”.