La astenia es un síntoma común en primavera. Sus principales síntomas son una sensación generalizada de cansancio y somnolencia, falta de energía, problemas para conciliar el sueño, ansiedad e irritabilidad, falta de motivación y concentración o falta de libido, entre otros.
En el caso de la astenia primaveral, se trata de un trastorno temporal que afecta cada año a casi la mitad de la población. Ahora se estudia si la vacuna de Pfizer podría estar asociada con la aparición de este síntoma.
España ha registrado hasta el pasado 11 de julio un total de 32.901 notificaciones de acontecimientos adversos tras la vacuna contra el coronavirus, lo que supone 67 por cada 100.000 dosis administradas, de las que 6.390, el 19,4 % del total, fueron por efectos graves.
Así consta en el 7º "Informe de farmacovigilancia sobre vacunas covid-19", en el que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) insiste una vez más en que los acontecimientos notificados no tienen por qué estar relacionados con la vacunación y, por tanto, "no son reacciones adversas ni sirven para comparar el perfil de reacciones adversas de las diferentes vacunas".
En el trabajo se señala que puede presentarse muy raramente miocarditis y/o pericarditis después de la administración de las vacunas de Pfizer o Moderna, si bien se ha establecido que exista relación causal con las otras dos vacunas disponibles. La mayoría de los casos evolucionan favorablemente y aparecen tras la segunda dosis en varones jóvenes.
Además, se está estudiando si la astenia (falta de energía o fuerza), puede estar asociados a esta vacuna, aunque "su frecuencia de aparición en cualquier caso es baja según los datos disponibles".
También se estudia lo mismo con la letargia (estado de indiferencia o inactividad), la disminución del apetito y la hiperhidrosis (sudoración excesiva) nocturna Del mismo modo, la AEMPS ha informado de que tras la evaluación de la información disponible se ha concluido que actualmente no se puede establecer una relación causal con la aparición de trombocitopenia inmune.
Respecto a la vacuna de AstraZeneca, se han identificado como posibles reacciones adversas, dolor en las extremidades, en el abdomen y síntomas pseudo-gripales (tales como fiebre, irritación de garganta, tos y escalofríos). Además, se encuentra actualmente en evaluación la posible asociación con la aparición de síndrome de Guillain-Barré, encefalomielitis diseminada aguda y encefalitis, trombocitopenia inmune y neuroretinopatía macular aguda.
En cuando a la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Janssen, el síndrome de fuga capilar se ha establecido como posible reacción adversa y se ha contraindicado su administración en personas que lo hayan sufrido con anterioridad. Del mismo modo, se ha identificado el síndrome de Guillain-Barré (SGB) como una posible reacción adversa que puede aparecer muy raramente.
De las 47.780.916 dosis de vacunas frente a la Covid-19 que se administraron en España hasta el pasado 11 de julio, sólo se han registrado 32.901 notificaciones de acontecimientos adversos.
Los acontecimientos más frecuentemente notificados siguen siendo los trastornos generales (fiebre y dolor en la zona de vacunación), del sistema nervioso (cefalea y mareos) y del sistema musculo-esquelético (mialgia y artralgia).
Asimismo, hasta el 11 de julio, el 70 por ciento de las dosis administradas correspondieron a la vacuna de Pfizer, el 18 por ciento a la de AstraZeneca, el 9 por ciento a la desarrollada por Moderna y el 3 por ciento a la de Janssen. Del total de personas vacunadas, un 53 por ciento fueron mujeres, el 69 por ciento tenía entre 18 y 65 años, y el 31 por ciento eran mayores de 65 años.