El Ministerio de Igualdad liderado por Irene Montero ha expresado la voluntad de poner en marcha un protocolo capaz de combatir el acoso sexual que se produce en los centros de trabajo. La vuelta a la oficina después de un año y medio de teletrabajo traerá consigo un rencuentro entre compañeros que el Gobierno quiere que sea sano y respetuoso.
De esta forma, el departamento de Montero ha instado a las empresas a perseguir comentarios y bromas de carácter machista así como miradas impúdicas. Esta propuesta no ha sentado bien en las filas de la ultraderecha donde Espinosa de los Monteros, portavoz de VOX en el Congreso, ha calificado la medida de absurda y ha asegurado que el Gobierno "no vive en la realidad".
El protocolo ha sido elaborado por el Instituto de Mujeres y pretende servir de guía para las vías de actuación que diseñen las empresas con más de 50 trabajadores. Según datos del Ministerio de Igualdad, una de cada cinco mujeres sufre algún tipo de acoso sexual en su puesto de trabajo. Con este protocolo, asegura Montero que se busca acabar con esta situación y garantizar la igualdad efectiva entre hombre y mujeres.
Entre las conductas sancionables el protocolo incluye acciones verbales y acciones no verbales. Flirteos indeseados, bromas machistas o comentarios insinuantes, serán algunos de los comportamientos sujetos a sanción.
En el plano no verbal, se considerarán sancionables actos como el envío de fotos de carácter sexual, miradas impúdicas o gestos obscenos. El protocolo tipifica las conductas que pueden ser objeto de sanción y articula un procedimiento para la toma de acciones disciplinarias frente a los trabajadores que incumplan la norma.