El Gobierno está estudiando cómo hacer el trámite para devolver a Marruecos a los menores que han cruzado solos la frontera con Ceuta, muchos de los cuales están siendo reclamados por sus padres, según la Delegación del Gobierno en Ceuta. En total, entre el lunes y el martes han llegado a Ceuta unos 1.500 menores que se dividen en dos grandes bloques, los niños de 10 a 14 años que han cruzado solos, y los de 15 a 18 años.
En el caso de los menores hasta 14 años, las mismas fuentes precisan que muchos de ellos están siendo reclamados por sus padres por lo que se está estudiando cómo hacer el trámite de devolución. Mientras tanto, están siendo atendidos en las Naves del Tarajal, al lado de la frontera. Por otro lado, se encuentra el grupo de menores de 15 a 18 años, que en su inmensa mayoría están por las calles y sobre los que aún no se sabe qué se va a poder hacer. Además, hay un pequeño núcleo de niños que han cruzado la frontera junto a sus padres por lo que, en este caso, los pequeños regresarían a Marruecos con sus progenitores.
En parque y jardines pasan la noche algunos de los que han llegado estos días a Ceuta. Es la imagen de la desolación más absoluta. Los que deciden quedarse repiten la misma frase: En Marruecos no hay trabajo, en España sí. Y es lo que buscan, un futuro. Lo saben las autoridades marroquíes que usan esa necesidad cuando abren las puertas. Vienen a buscar trabajo pero al ver la situación real, muchos de ellos están regresando a casa de manera voluntaria, porque ven su futuro igual de negro. "Aquí no hemos encontrado quien nos recoja, nos hemos quedado aquí perdidos, en la calle". El miedo a estar en la calle les hace volver con sus familias. "Prefiero estar con mi madre".
Un flujo incesante de personas que continuaba por la mañana. Outman es menor de edad y llegó nadando el lunes en busca de un trabajo. No tiene casa, ni comida... No ha encontrado lo que él esperaba. Decide volverse después de estar dos días en la calle a sus 16 años. De los 2.000 menores que han llegado a Ceuta unos 900 lo habrían hecho solos. Según delegación del gobierno, la mayoría de los niños sin un adulto a su cargo, el perfil más vulnerable, está en las naves. Otros se resisten a su destino. "Mis padres saben que estoy aquí, no quiero volver solo trabajo para alimentar a mi familia". Pero son muchos y los medios, pocos. Muchos tienen que dormir en cajeros o a la intemperie.
Una vez la crisis esté controlada, lo primero será realizar las pruebas científicas para determinar, la edad en los casos que haga falta. Si no les reclaman sus padres, se sigue el protocolo porque bajo ningún concepto pueden ser expulsados. Víctor Francos, secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública incide en que no estamos ante casos diferentes porque sean más. Las organizaciones humanitarias de infancia piden una correcta identificación de estos niños y una valoración caso por caso antes de decidir sobre su destino.
La Comisión Europea ha asegurado en medio de este caos que las autoridades de Marruecos se han comprometido a controlar el paso de personas a Ceuta, después de la llegada masiva de migrantes procedentes de Marruecos registradas durante las últimas horas. "Ha habido contactos y las autoridades marroquíes se han comprometido a ayudar y asistir en esta situación. Tenemos confianza en que se puedan encontrar soluciones compartidas", ha asegurado el portavoz comunitario Christian Wigand, que ha recalcado que Bruselas también mantiene un estrecho contacto con España para seguir la crisis en la ciudad autónoma.
En concreto fue el comisario de Ampliación y Vecindad, Oliver Varhelyi, quien mantuvo este martes una conversación con el ministro de Exteriores marroquí, Naser Borita, quien aseguró la cooperación migratoria de Rabat. Según ha explicado la portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali, el episodio de Ceuta se trata de un "asunto grave" que requiere de la "cooperación estrecha y una respuesta común con Marruecos". "Como buenos socios debemos encontrar rápidamente una solución para las dos partes", ha añadido.
Este mensaje va en línea con la actitud conciliadora que ha exhibido el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, que este martes habló de preservar la "buena relación" entre la UE y Marruecos y abordar la cuestión migratoria "con espíritu de cooperación y diálogo".
Otras voces más críticas han sido las del vicepresidente de la Comisión responsable de migración, Margaritis Schinas, quien ha recalcado que el bloque europeo "no se dejará intimidar" o "chantajear por nadie" en materia migratoria, en referencia velada a la actitud de Rabat. A este respecto, el portavoz principal de la Comisión, Eric Mamer, ha matizado que el mensaje de la UE es "claro" y su política migratoria "no dependerá de presiones" ajenas.
Mamer ha subrayado que la UE gestionará el flujo de migrantes en base a su propuesta, con sus procedimientos y valores, y que "no tiene sentido" que "alguien intente influir" en el enfoque migratorio europeo.