El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido como cada lunes para hacer balance de la situación epidemiológica de España, donde el coronavirus ha vuelto a dejar un nuevo récord de contagios en un fin de semana con 93.822 nuevos casos, 7.698 de ellos en las últimas 24 horas.
Con otros 767 nuevos fallecimientos por covid-19 notificados y la incidencia acumulada en los últimos 14 días rozando los 900, situándose exactamente en 884,70, el epidemiólogo ha destacado que, según el análisis de los últimos datos, y desde la cautela en la interpretación de los mismos, sin pasar por alto posibles retrasos, Sanidad considera que hemos llegado a un "pico en la tercera ola" que se situaría no en este fin de semana sino “en el fin de semana previo”.
“Parece que estaríamos empezando a descender desde hace unos cuantos días y el pico de la epidemia se situaría en el fin de semana previo. Son datos provisionales, hay que valorar. Siempre hay algunos retrasos, algunos datos que se notifican con retraso. Tenemos que tener cuidado con la valoración de los datos”, ha dicho, transmitiendo un dato positivo antes de dinamitar ese atisbo de optimismo con una realidad cruda y sumamente preocupante: muchos de nuestros hospitales están ya “en una situación crítica” y muchos de nuestros sanitarios se encuentran “al límite”.
“La evolución puede estar mejorando en cuanto a la transmisión, pero tenemos una ocupación hospitalaria y de UCI que es la más alta que hemos tenido desde que pasamos la primera ola en abril. Es cierto que hay diferencias y algunos hospitales no han reprogramado actividad, pero muchos sí. No tiene nada que ver con abril, pero desde luego es una situación crítica y hay que tratar de controlar la transmisión; que baje muy rápido para que no sufran al nivel que ya están sufriendo. Un número importante de hospitales tienen ocupación muy alta. La ocupación media en UCI es del 40% y de las camas convencionales del 24%. Solamente por coronavirus. Son datos muy altos”, ha dicho.
En este sentido, durante toda su comparecencia Fernando Simón se ha afanado en insistir en este mensaje: ya no solo basta un descenso; es necesario “un descenso rápido” para evitar el colapso de los hospitales. De no conseguirlo, su vaticinio es el de una situación de colapso.
Ante este escenario, el epidemiólogo ha insistido en recalcar: “España no está yendo bien”. “Estamos en una situación peor que en la segunda ola”. “Estamos en descenso, pero necesitaríamos un descenso más rápido”.
La fuerza de los datos, tras los cuales se haya la realidad dramática de un SARS-CoV-2 que no deja de llevarse vidas y destruir familias, hace activar las alarmas y Fernando Simón lanza un llamamiento claro: hace falta implementar más medidas de control; medidas férreas, y sobre todo, que esas medidas se apliquen y se cumplan. De nada sirven las medidas sin su cumplimiento y sin la responsabilidad individual de cada ciudadano, y por eso ante esto lanza una advertencia: “Necesitamos que la gente sea más razonable para sobrellevar esto mejor. Nuestros profesionales sanitarios están muy cerca del límite. No podemos dejar que pase lo que pasó en la primera ola de nuevo”.
Evitarlo, subraya Simón, pasa por trabajar en ambos sentidos: el primero, en que se implementen más medidas de control. El segundo, conseguir que se cumplan y que el ciudadano sea consciente de que es vital su implicación.
Si consiguiéramos aplicar medidas que se proponen a un nivel muy alto probablemente se podrían aplicar menos medidas. El problema es que no lo conseguimos. Más ejemplos que las fiestas que hemos visto por todas partes… en discotecas… Necesitamos que la gente sea más razonable para sobrellevar esto mejor. Nuestros profesionales sanitarios están muy cerca del límite. No podemos dejar que pase lo que pasó en la primera ola de nuevo. Tenemos una parte de responsabilidad las instituciones, pero también cada uno de nosotros. No me parece razonable, –con lo poco que queda, que son semanas, quizás un mes, para vacunar a los vulnerables–, que vayamos a fastidiarla por hacer una fiesta un poco antes de tiempo”, ha denunciado, refiriéndose a algunos de los últimos sucesos, como el acontecido en la sala Teatro Barceló de Madrid, entre “otras muchas partes”.
Así, aunque ha reconocido que “una parte muy importante de las medidas de control frente al coronavirus” recae sobre las “instituciones, consejerías de Salud, Ministerio”, destacando la necesidad de “acordar medidas de mayor impacto”, Simón insiste en que “es muy difícil aplicar una medida al 100% de lo que nos gustaría”. “No es todo el 100% el que deja de salir de casa cuando no debe”, ha dicho, volviendo a aseverar la importancia de que todos colaboremos en la lucha contra la pandemia.
Mientras se sigue intensificando la capacidad de detección de casos, llegando ya a las 3.400 pruebas por 100.000 habitantes por semana, “la positividad poco a poco va descendiendo”, pero pese a todo ello, señala Simón, “nuestro sistema asistencial está otra vez en una situación de muchísima tensión y tenemos que reducir rápidamente la sobrecarga”.
La situación es muy grave, porque además, explica, pese a que el éxito en los tratamientos contra el coronavirus “es superior”, lo cual “se nota en la letalidad, por debajo del 1”, la realidad es que la estancia media de un paciente en UCI va “de 20 a 22 días”. Es decir, con esto en cuenta, “no podemos pensar” que la “importante sobrecarga” del sistema asistencial se va a reducir “en las próximas dos o tres semanas”.
Tampoco lo harán en ese plazo las cifras de fallecidos, “la última en bajar”. En los últimos 7 días han sido 1.369 los decesos por covid-19 contabilizados en España, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Sanidad.
Para colmo, la cepa británica, que continúa haciendo estragos en Reino Unido y se extiende ya por más de 60 países multiplicando los contagios, está también en el horizonte. Concretamente, volviendo a sus palabras en una de sus comparecencias de la semana pasada, señala que aunque actualmente está circulando en nuestro país con una presencia de aproximadamente un 5%, podría llegar a ser dominante “en marzo” si sigue la evolución que se ha observado en otros países como Reino Unido, Irlanda, y ahora incluso en Dinamarca o Bélgica.
Reconociendo que es “más transmisible”, Simón señala que es preciso más estudio sobre ella para poder llegar a afirmar, como ya ha hecho Boris Johnson de acuerdo a estudios de científicos británicos, y como deja entrever Anthony Fauci (epidemiólogo de la Casa Blanca), que sea más letal. Dice el director del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que se precisa más estudio sobre esta variante, si bien alerta de su “ventaja evolutiva”, la cual en la competición con otras cepas la hace convertirse en predominante.
“Es más transmisible, hay alguna información que apareció o informó el Reino Unido el viernes de la posibilidad, según algunos estudios, de que además de más transmisible pudiera ser más virulenta, lo que generaría más fallecimientos… Las evidencias todavía no son suficientemente sólidas para valorarlo. Hay varios estudios que indicarían un posible incremento de la virulencia, pero lo cierto es que los técnicos ingleses todavía tienen que estudiar mucha información”, apunta.
En concreto, en España señala que “hay 219 casos confirmados”, mientras hay todavía “167 muestras en estudio”.
“Los informes varían de comunidad a comunidad, de zonas geográficas pequeñas a más amplias donde el efecto se diluye. Podríamos estar en torno al 5 por ciento de ocupación por parte de esta cepa, dicho con mucho cuidado porque los datos no son concluyentes y no tenemos datos de todas las comunidades autónomas”, ha indicado.
“Esperamos que en 4,5 o 6 semanas sea una cepa dominante. No sabemos si ocupará el 40% o el 80%. Hay que ver la velocidad en que evoluciona, pero en marzo es probable que ocupe el espacio. La cepa que circule será la que tenga mayor ventaja evolutiva. La controlemos mejor o peor siempre va a haber una cepa que predomine más que otra. Esta tiene una ventaja evolutiva mayor y es probable que ocupe la mayor parte, independientemente de una incidencia alta o baja. El objetivo es tenerla baja. Las medidas de control son básicamente las mismas. Lo que tenemos que hacer es aplicarlas mejor, y en este caso alguna más”, ha sentenciado.