Este domingo, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) informaba de que la deformación registrada por la red geodésica canaria en las ultimas 24 horas mostraba un proceso de deflación, que indicaría una disminución de la presión en el sistema magmático de Cumbre Vieja, donde erupcionó el volcán de La Palma.
Este proceso significa una disminución de la presión en el sistema magmático, lo que no quiere decir necesariamente que la erupción se esté acercando a su finalización. Los indicadores más estables en esta fase son el tremor sísmico, las señales sísmicas y las deformaciones del terreno.
"Eso no implica que la erupción se esté acercando a su finalización, se necesitarán más datos y diferentes parámetros para hacer previsiones correctas sobre la evolución a medio plazo de la actividad eruptiva", aclara el Involcan en las redes sociales.
Tras esta estabilización, esta mañana el volcán de La Palma ha cesado su erupción para sorpresa de todos. Sin embargo, los vulcanólogos advierten de que no hay que confiarse y que si ha dejado de echar humo y lava es porque el volcán está recargándose. Es la opción más plausible por delante de un tapón o de la desactivación que parece poco probable a tenor de la lava que está aún en el volcán. También se ha producido el cese del tremor volcánico.
A diferencia de la estabilidad que marca la fase de deflación, en la fase explosiva, que previamente se ha estado registrando en La Palma, se producen fenómenos explosivos que tienden a desestabilizar los indicadores.
Hasta este fin de semana la erupción continuaba mostrando el mismo estilo eruptivo fisural, con mecanismo estromboliano, en una fisura en dirección noroeste-sureste, con fases intermitentes de mayor explosividad.
"Estamos ante un evento volcánico fisural de carácter estromboliano, lo que quiere decir que los distintos centros de emisión que van sucediéndose lo hacen a lo largo de una fisura, en este caso en dirección noroeste-sureste, en la que van apareciendo una serie de centros emisores que se pueden ir apagando y aparecer otros nuevos o incluso volviendo a aparecer los ya apagados", dijo este sábado el director técnico del Plan de emergencias volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende.
A pesar de ello, Morcuende insistió en que se trata de una erupción "típica" del archipiélago y que, aunque durante la jornada de el viernes hubo un aumento importante de la energía de la erupción, "sigue los cánones habituales", lo cual no excluye peligrosidad, por lo que hizo especial hincapié en la necesidad de extremar las precauciones.