La previsión del volcán de la isla de La Palma, en Cumbre Vieja, es que la lava llegue de forma "inminente" a la costa de la isla. Esto ocurre días después de que surgiera una nueva colada de lava, mucho más fluida y más rápida que las primeras, que cambió los pronósticos de los expertos y volvió a reactivar la posibilidad de que la lava llegase al mar.
La nueva colada de lava del volcán de Cumbre Vieja discurre por encima de la que salió en los últimos días, siendo más fluida y más rápida que las primeras coladas de la erupción.
"Esa colada va más deprisa que las iniciales", indicaba este sábado el consejero regional de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez. "Aparentemente es una lava más fluida y los científicos están analizando sus características".
El director técnico del plan indica que la lava sigue el recorrido de la colada principal y su velocidad media es de unos 100 metros hora debido que está más caliente porque emana de una mayor profundidad del volcán -a unos 10 kilómetros-, lo que hace que aumente su fluidez.
Al respecto detalla que el frente de la lengua está siendo empujado por nueva lava que, aunque en el frente de la colada se va enfriando, su interior sigue muy caliente, en torno a los 1.200 grados, lo que la hace más fluida.
La altura media de la colada se sitúa, en el frente de la misma, entre unos cuatro y seis metros, y la anchura máxima de la lengua en unos 600 metros, señala.
La lava del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, podría alcanzar hoy mismo la zona costera del municipio de Tazacorte, lo que ha provocado el confinamiento de varios núcleos poblacionales de la zona, aunque su peligro está delimitado a esa área.
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) aclara que el choque térmico entre la lava y el mar produce un peligro local, bien delimitado, para las personas que visitan o se encuentran en la zona costera dónde se produce ese encuentro.
Según el Instituto Volcanológico, en el encuentro de la lava con el mar se produce un choque térmico que genera columnas (penachos) de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico (HCl) como consecuencia del importante contenido de cloruro (Cl-) en el agua de mar.
Estas columnas de vapor de agua, de un color blanquecino, también contienen a su vez diminutas partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción que se produce entre la lava, que está a más de 1.000 grados, y el agua del mar, a unos 20 grados.
Aclara que no se trata de una columna o penacho volcánico tan energético como el que tiene lugar en el cono volcánico donde se está produciendo un jet de gases volcánicos ácidos que se inyectan a la atmósfera con tanta energía que llegan a alcanzar los 5 kilómetros de altura.
Por lo tanto, las columnas de vapor generadas por el encuentro entre la lava y el mar son unos penachos volcánicos menos energéticos.