El delta de lava formado en La Palma se puede observar como nunca gracias al dron del Instituto Geológico y Minero de España, IGME, y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC. Este viernes ha sobrevolado la colada que avanza hacia el mar entre las plantaciones de plátanos y que alimenta la isla baja que se está formando.
Se puede ver a la perfección el cono acumulado en el acantilado y cómo la lava se desplaza y alimenta el delta. Imágenes espectaculares que ha analizado para Informativos Telecinco el geólogo de la Universidad Complutense de Madrid, UCM, Eumenio Ancochea.
La nueva lengua avanza hacia el mar. "La lava, cuando sale, empieza a enfriarse inmediatamente. Parte de arriba, por el aire, y en los laterales. En las imagenes del dron del CSIC podemos ver un aporte de lava tras otro, y cómo se van sumando unos encima de otros. La lava está circulando por el canal superior; por el canal inferior, en cambio, en absoluto. Y de repente, llega al acantilado, junto al mar", explica Ancochea.
La lava se va acumulando y entra al agua por la orilla, como lo hacen las personas. "Es una cosa similar. Es decir, que durante un tiempo se nos sigue viendo la cabeza en el agua, la lava, pero cuando llegamos a una zona que nos cubre mucho, no se ve", detalla el geólogo de la UCM.
Y es que dejaremos de ver el delta crecer hacia el océano, aunque quizá sí hacia los laterales, y soltando siempre una humareda. "Es el contacto de la lava caliente con el mar. Vemos en las imágenes de los drones cómo el humo va hacia la izquierda, dependerá del régimen de vientos que haya en cada momento, y es más problemático cuando se desplaza a las zonas habitadas", subraya el experto.
Pisar el nuevo terreno -el delta-, al margen de la temperatura, será un imposible durante tiempo. "Son escorias volcánicas, como cuchillos", explica el geólogo. El acantilado, además, nos da pistas de cómo será el perfil de la isla. "Hay una escoria, una capa dura, una escoria, una capa dura. Cada uno de ellos es un aporte de una lengua de lava, pero de hace 10.000 años o 15.000 años", concluye Eumenio Ancochea. Así verán esta colada dentro de muchos años próximas generaciones.