Las amenazas al candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, han desatado numerosas teorías y bulos desde que Vox cuestionó su veracidad. No obstante, según recoge Cadena Ser, existieron una serie de errores de seguridad en el despliegue que hace Correos cada día. Este lunes, la ministra Reyes Maroto también ha sido amenazada tras recibir un sobre con una navaja.
Muchos ciudadanos se preguntan cómo funciona un envío, y como funcionó en el caso de las cartas con amenazas. El día en que se envían esas cartas, se registran 6.395.147 envíos a través del servicio de Correos.
Siguiendo los pasos, en primer lugar, las cartas con balas se depositaron en uno de los 660 buzones que hay en Madrid el domingo 18 de abril o el mismo lunes 19, fechas que investigan las autoridades. En segundo lugar, la carta fue recogida el día 19, lunes, por uno de los 30 camiones ruteros que realizan ese proceso después de las 17 horas de la tarde. Se trata de rutas que circulan diariamente y que recogen todo el correo de la capital en una hora y 45 minutos.
En tercer lugar, se produjo la entrega en el CTA, el Centro de Tratamiento Automatizado, de Vallecas a las 17 horas 48 de la tarde. En todos los CTA, antes de que la carta entre en la red de distribución, debe ser escaneada por empresas externas, registradas ante Interior, para que sea personal especializado y acreditado el que detecte drogas, químicos o explosivos. En este paso constaría el primer error de la cadena, según el informe pericial.
En el momento de la entrega, el escáner 75.555i graba la imagen de las balas, pero el vigilante no las detectó. Los sobres con balas se enviaron desde un buzón que dificulta localizar al autor de los hechos. El fallo del vigilante de seguridad impidió detectar en Correos las cartas.
Los bulos sobre la invención de las amenazas señalan a los sellos de la carta, cuando esos sellos son otra prueba de su veracidad. Los sellos están cancelados por una máquina conocida como 'bombonera', un cilindro que 'mata' esos sellos y que demuestra que la carta entra en la red de distribución. Nunca debería haber ocurrido, pero los sellos "cancelados o matados" demuestran que la prueba no se fabrica en el Ministerio, como sugieren los bulos.
El segundo error se produjo cuando las cartas, tras ser clasificadas por códigos postales y distribuidas a las unidades de reparto, llegaron a la estafeta de Correos en el ministerio de Interior a través de los carteros.
Interior debería haber revisado los tres envíos pero sólo localizó una carta, la dirigida al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. Las cartas dirigidas a María Gámez y a Pablo Iglesias se colaron en la correspondencia y fueron distribuidas. Hay ya dos investigaciones abiertas, una externa, la balística, y otra interna, de Correos.