Poco a poco el número de contagios de coronavirus se va frenando en nuestro país. Las comunidades autónomas han notificado un 35 por ciento menos de positivos este fin de semana respecto al anterior y Sanidad ya habla de un descenso en los datos de incidencia. No obstante, en los hospitales la situación sigue sindo de presión.
En Cataluña suben los ingresos en planta, aunque bajan en UCI. El perfil del paciente también ha comenzado a variar, cuentan los sanitarios.
La irrupción de la variante delta, más transmisible y más agresiva que la original, ha cambiado los síntomas y el perfil de los contagiados. Esta quinta ola ha llevado al hospital a pacientes más jóvenes.
“Tenemos un porcentaje de pacientes, un 8 o 10%, que pueden empeorar. Algunos de ellos incluso puede complicarse un punto más; que puedan ser trasladados a las UCI”, cuenta Marc Pérez, director de Urgencias del Hospital de Palamós.
Los pacientes presentan mayor carga viral, y aunque los primeros en cruzar las urgencias eran muy jóvenes, ahora los mayores de 50 años triplican los ingresos. Es el caso de María, que no se vacunó.
“Primero mi marido dio positivo y luego yo. Siempre íbamos con mascarilla, con mucho cuidado”, cuenta.
En este momento ingresan muchos padres y abuelos de los jóvenes y adolescentes que siguen concentrando el mayor porcentaje de contagios. Los pacientes en UCI se multiplican casi por siete cuando se han cumplido los 40 años.
En Ourense, por ejemplo, la edad media de los ingresados se sitúa ya en 50 años.
“Lógicamente, mucha gente muy joven, pero también estamos teniendo algún caso de pacientes mayores que hace tiempo que se vacuneron”, explica Pablo Vidal, médico de UCI del Hospital de Ourense.