El delta formado en la costa de La Palma va a seguir creciendo mientras el volcán siga expulsando lava. La estructura está en formación continua, según dicen los expertos. Ahora mismo se está ensanchando y no crece en dirección al mar. Una isla baja que va a cambiar el perfil de la isla y que será propiedad del Estado.
Los técnicos embarcados se acercan cada vez más al delta de lava -o el delta a ellos-. Para ganarle terreno al océano, sufre derrumbes frontales que sirven de base en el fondo del mar, dejando una forma muy peculiar. "Ayer fue muy evidente que la parte central se hundió. El propio peso, como además el material está caliente, empuja hacia abajo y hace que el frente del delta avance", explica este jueves Juan Tomás Vázquez, geólogo marino.
Pero el delta tendrá un límite y no podrá avanzar más, solo ensanchará. "Aumenta mucho la profundidad y, por lo tanto, no va a tener base para seguir. Máximo dos kilómetros", subraya el geólogo. El delta está creciendo más hacia el sur, su formación es semejante a la de la erupción de los años 40, en la colada de San Juan cayendo al mar.
Desde las alturas se puede comprobar lo cerca que están nuevo delta y el antiguo. El de San Juan creció dos kilómetros de ancho y uno de profundidad desde los acantilados. En él, se ven plataneras y viviendas construidas por los palmeros.
Ahora la Ley es clara, todo el terreno de lava que la colada gane al mar, "pertenece al Estado, en concreto a la Autoridad Marítimo Terrestre, que es Costas", según explica el abogado Emilio Palacios. También podrán ser expropiados los terrenos costeros que linden con la lava. La zona se regenerará y podrá ser declarado espacio protegido.