La erupción del volcán de La Palma dejará a muchas familias sin sus casas, sin sus trabajos en una economía plenamente dependiente del turismo y de las plantaciones de plátanos. La lava arrasa todo a su paso. El Gobierno de Canarias ha estimado que, sin duda, los daños superarán y mucho los 400 millones de euros.
Hasta ahora, gracias a las imágenes satélites se ha comprobado que la lava ha destruido 200 casas, las últimas de ellas en Todoque, donde esta noche los bomberos han intentado sin éxito encauzar la lava. La estimación es que en su camino hacia el mar, las coladas de lava del volcán de Cumbre Vieja puedan llevarse por delante un millar de hogares.
Un millar de vidas construidas con el esfuerzo y el trabajo destruidas. En hectáreas, los ríos de lava han fulminado al menos 100 hectáreas verdes que se tornarán en terrenos inservibles para la agricultura, una de las formas de vida de los palmeros.
Pero las lenguas de lava no solo engulle viviendas. Se traga también carreteras, acaba con las infraestructuras de luz y agua. Son unos daños económicos ingentes.
Por eso, el presidente canario, Víctor Ángel Torres, se reunión ayer con la Comisaria de los Fondos de Cohesión y Reformas de la Unión Europea, Elisa Ferreira. Tras el encuentro, Torres ha anunciado la puesta a disposición de los afectados por la erupción del volcán de Cumbre Vieja (La Palma), de los fondos de solidaridad de Europa.
Los territorios insulares de la UE pueden solicitar dichos fondos de solidaridad, si los daños se calculan por encima de los 400 millones de euros, una cifra muy por encima de lo estimado por el Ejecutivo canario.
El dinero irá destinado a "viviendas e infraestructuras públicas como carreteras, hidráulicas o colegios", ha explicado Torres.
El Gobierno central trabaja ya con el consorcio de seguros para asistir a los afectados y negocia con entidades bancarias para que cedan viviendas vacías a quienes haya perdido la suya.