La intensidad de la erupción del volcán de La Palma esta noche y ahora se encuentra en la llamada fase explosiva. Es decir, tiene una actividad más intensa y se generan más explosiones porque el gas sale más lento. Mientras, las lenguas de lava avanzan despacio, amenazando a un millar de casas en su camino hacia el mar. En un intento desesperado, los bomberos hacen surcos con excavadoras para intentar desviar su dirección.
Los científicos del Instituto Volcanológico de Canarias han informado de que "la Red Sísmica Canaria está registrando” desde la tarde del martes un fuerte incremento en la amplitud del tremor volcánico, un indicador de la intensidad de la actividad explosiva estromboliana en las bocas activas en este momento". Además de la ceniza y otros materiales sólidos, la erupción volcánica de La Palma expulsa entre 8.000 y 10.500 toneladas de dióxido de azufre al día.
Que la lava del volcán de Cumbre Vieja salga de forma más explosiva no implica que la erupción en sí sea más peligrosa. Según los expertos hay más explosiones porque el gas sale menos rápido. Aunque disminuye la cantidad de gases que expulsa el volcán, salen más lento y al concentrarse se producen las explosiones.
Además, los expertos no consideran que la situación sea tan preocupante ya que los vientos alisios que soplan en la zona desvían los gases hacia el Océano Atlántico, una situación que, según las predicciones, se mantendrá durante los próximos días.
Sin embargo, cuando el magma llegue al mar, la situación pasará a ser más severa, ya que producirá una explosión de vapor de agua que generará una densa nube de ácido fluorhídrico y ácido clorhídrico, que, en grandes cantidades, son corrosivos para las personas. No se espera una lluvia ácida.
Las coladas se encuentran a poco más de dos kilómetros del mar. Avanzan a 120 metros por hora y a su paso han arrasado más de 100 hectáreas y casi 200 edificios.
Pero esta cifra puede aumentar. Más casas corren peligro porque la lava llegó ayer a Todoque. "Al final ha entrado en el pueblo", explicaba un bombero.
Hay desplegados 700 efectivos. Una Brigada Especial del Ejército de Defensa ha llegado como refuerzo. Siguen de cerca la trayectoria de la lava.
En un intento desesperado, los bomberos cavan un cauce para orientar la lava. "Por intentarlo que no sea", dicen, aunque es muy difícil.
En algunos puntos la colada ha llegado a formar muros de 12 metros de altura. Es la tercera noche desde la erupción; una madrugada en la que los vecinos no quitan ojo del volcán de La Palma.