Algunas de las imágenes que más han impactado del volcán de Cumbre Vieja en La Palma, durante estos dos meses de erupción que cumple este viernes, son las inmensas rocas que ha expulsado. Técnicamente conocidas como ‘bloques erráticos', algunos de estos llegan a alcanzar una altura equivalente a una vivienda de tres plantas.
Ahora, pasado todo este tiempo, muchos de esos bloques se han enfriado, lo que está posibilitando que los científicos se acerquen a ellos para analizarlos.
Concretamente, diversos expertos han podido pasear ya por encima de las primeras coladas del volcán; la famosa colada norte que hace un mes bajaba destruyendo barrios enteros en la zona de La Laguna.
Ahora con el terreno frío, pueden apreciar los primeros tubos lávicos que se formaron.
El objetivo es tomar muestras de las rocas, donde se pueden ver perfectamente los restos de hierro y azufre, y por el camino han encontrado trozos de lo que fue el cono principal, “fragmentos del edificio volcánico que colapsó en la zona norte”, que se rompió en varias ocasiones y que han quedado en el paisaje para siempre, como explica Raúl Pérez, vulcanólogo del Instituto Geológico Minero.
La colada de Tacande hoy está apagada porque “da la sensación de que ha habido un cese importante de la actividad del volcán”; un cese que podría ser porque se está recargando o porque empieza, de verdad, a dar muestras de “una fase de agotamiento clara”.
Entre tanto, los últimos datos disponibles de la superficie afectada se estiman en 1.40,54 hectáreas, al tiempo en que el delta lávico, según datos del Pevolca, alcanza las 42,87 hectáreas.
Hoy, la sismicidad a profundidades intermedias sigue siendo alta, aunque se aprecia una tendencia descendente en las últimas 24 horas. Todo, pese a que ha sido el día con mayor sismicidad sentida en las últimas dos semanas.
Por otro lado, se vigila la nube de ceniza y SO2 existente, la cual se espera que gire hacia el este a partir de la próxima madrugada, pudiendo afectar a la operatividad del aeropuerto.