La inmensa columna de cenizas del volcán de La Palma frenó ayer durante unas horas, pero este jueves se confirma que fue solo una pausa. El volcán tiene ahora mismo seis bocas activas, dos de ellas de actividad estromboliana que vuelven a emitir impresionantes columnas de piroclastos y de azufre.
En las últimas horas también llaman la atención los depósitos de azufre en una de las laderas del cráter principal. Estos depósitos han creado una ladera amarillo verdoso que se puede apreciar a vista de dron. Se produce, según los expertos, porque la temperatura del suelo en esa zona es ahora más baja y por la enorme emisión de ese gas durante toda la erupción.
Una nueva colada avanza a 70 metros por hora entre las montañas de Todoque y La Laguna, en dirección al mar que, de alcanzarlo, sería la tercera vez en que la lava consigue llegar al Atlántico tras la colada que formó la fajana y la que ha cubierto ya la playa de Los Guirres.
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) informa de que la aportación de lava del Cumbre Vieja continúa por la zona central y en menor medida por los tubos lávicos hacia los deltas, y desde ayer por la tarde esta nueva colada discurre entre las montañas de Todoque y la Laguna.
Desde la tarde del martes se mantiene un repunte notable de la sismicidad a profundidades intermedias, en número y magnitud.
Esta pasada madrugada el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado en La Palma 68 seísmos, uno de ellos de magnitud 4,4, a 34 kilómetros de profundidad, con hipocentro en Fuencaliente e intensidad III-IV en una escala de XII.
La Palma registró ayer miércoles más de 300 terremotos, el número más alto en su solo día desde que comenzó la crisis sísmica y posterior erupción del volcán, que cumple mañana dos meses de actividad.
Este repunte se produce después de que desde hace varios días se apreciara una tendencia a la baja en varios indicadores de la actividad del volcán, entre ellos la sismicidad.