El volcán de La Palma despista a los expertos y a los ciudadanos. Pero hay explicaciones para entender los cambios en su explosividad y que el aumento de terremotos pueda ser un signo de debilidad. Los terremotos y el tremor se producen porque el volcán se necesita recargar, es decir, no tienen tanta acumulación de magma. por eso el tipo habla de debilidad y emisión a pulso.
El vulcanólogo del IGN, Rubén López, explica a Informativos Telecinco los continuos cambios en la actividad del volcán de La Palma. Los expertos creen que el volcán emite ahora a pulsos porque hacer parones para recargarse de magma. Eso significa que “el volcán está más débil” pero “es complicado hablar del final”.
Aunque ayer hubo un importante aumento de la cantidad de terremotos en la isla de La Palma -concretamente 319- pero a partir de las 18 horas aproximadamente, los expertos detectaron “un alivio del sistema”, ha señalado Rubén López en una entrevista en Informativos Telecinco.
“Ahora emite material piroclástico incandescente y ceniza y hubo varias horas en las que no emitía nada. Ese parón pudo deberse a que el tremor subiera porque estaba atascado y cuando logró salir el magma alivió el sistema”, ha explicado el vulcanólogo del IGN. Aunque hoy sigue habiendo un importante número de terremotos – 60 a primera hora de la mañana- ya la señal de tremor es más similar a los días anteriores.
“El volcán de La Palma sigue en una fase en la que ha perdido mucha energía. Sigue en activo pero no estamos en la actividad de octubre. Todos los parámetros son mucho menores”, afirma Rubén López.
El volcán de Cumbre Vieja “emite a pulso, a ratos con emisión de importante cantidad de material para coger fuerza mientras toma aporte de material para luego volverlo a emitir. Eso es señal de que el volcán está más débil”. No obstante –señala el geólogo- “es complicado hablar del final. Puede estar así un tiempo, una o dos semanas, sin más novedades”.
La colada 4, al que está por encima de la montaña de Todoque, ha sufrido este miércoles un nuevo aporte de material pero por encima del anterior y sin hacer daño.
Los técnicos observan si sigue avanzando o pasa como con la colada 9 que no llegó al mar.