El buque oceanográfico Ángeles Alvariño se dirige a la Palma para estudiar el efecto de la lava del volcán de La Palma en el mar y sus consecuencias en el fondo marino.
Ha sido la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, la que ha anunciado que el buque Ángeles Alvariño, que ya estuvo en Canarias ayudando a rastrear el fondo del mar en la desaparición de las niñas de Tenerife, Anna y Olivia, navega rumbo a La Palma. Fue la tripulación de este buque la que encontró en el fondo del mar el cuerpo de la pequeña Olivia.
El Ángeles Alvariño participó durante semanas en la búsqueda de las dos hermanas en el fondo del mar. Dotado de un sónar y un robot submarino rastreó la costa frente a Tenerife que tiene una profundidad de entre 1.000 y 2.000 metros. Primero halló material del padre de las menores, Tomás Gimeno y tras días de intenso trabajo llegó el hallazgo del cuerpo de Olivia, la mayor de las hermanas, de seis años, el 10 de junio de 2021. Más de un mes después de que Gimeno las secuestrara.
A final, de junio, la justicia ordenó que el buque oceanográfico dejara de buscar a Anna, de un año de edad, después de un informe del responsable del robot submarino que sostenía la dificultad de encontrar un cuerpo tan pequeño en el fondo del mar en una zona sin concretar.
El buque Ángeles Alvariño sustituirá al Ramón Margalef, embarcación también oceanográfica del Instituto Español Oceanográfico (IEO) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha terminado su trabajo en la isla.
Hasta ahora el Ramón Margalef durante 10 días de trabajo ininterrumpido han recogido cerca de 3.000 muestras de agua de mar y del delta que el magma ha formado en el agua. El Ángeles Alvariño llegará a La Palma, según ha tuiteado la ministra de Ciencia, equipado con el vehículo submarino ROV Liropus para continuar los estudios.