Elisa Mouliaá declaró ante el juez de instrucción por su denuncia de agresión sexual contra el exportavoz de 'Sumar' Íñigo Errejón. La actriz se enfrentó a casi dos horas de interrogatorio incisivo del magistrado Adolfo Carretero, cuyas preguntas y actitud han levantado numerosas críticas.
Este martes, 'La mirada crítica' ha hablado en directo con Jorge Piedrafita, abogado de la acusación popular del 'caso Íñigo Errejón', que nos ha contado cómo se vivió desde dentro de la sala este polémico interrogatorio: "Fue un interrogatorio duro, intenso y bastante incisivo. Cada juez tiene su estilo y sus maneras y sé que este juez tiene esta fama de duro con el apodo 'el del 47'. En otras ocasiones le he visto y ha sido así", ha comenzado contando.
"Los que prestamos el servicio en el turno de oficio en la Asistencia de Protección a la Víctima, que además ahora asumimos también las agresiones sexuales y estamos en el día a día de los juzgados, esto por suerte no es la tónica habitual", ha querido subrayar.
Sobre cómo vio las declaraciones de ambos, Piedrafita ha dicho: "Yo vi dos versiones muy contrapuestas. Vi a una víctima que lo pasó realmente mal por el interrogatorio al que la sometieron, pero que aún así contestó absolutamente a todo y tuvo las reacciones que son normales en una víctima que para mí le dotan de una similitud", ha dicho.
Sobre la declaración de Errejón, el abogado ha analizado: "Frente a ella tuvimos a un investigado por agresión sexual que la sensación que me dio es que venía a da un mitin, con su cuaderno, muy desenfadado, tranquilo y frío con una declaración muy preparada para proyectarnos el mensaje que quería dar. Hubo momentos en los que el juez hizo ciertas contras, aunque no con la intensidad que a ella, en la que vimos más a la persona que al personaje", ha dicho .
El político acusado de agresión sexual Íñigo Errejón y su denunciante, Elisa Mouliaá, relataron versiones muy diferentes de una misma noche, en la que se conocieron en persona y acabaron en casa del exportavoz de Sumar.
Sucedió hace tres años, los dos se vieron primero en un bar de Madrid y después acudieron a la fiesta en casa de unos amigos de Mouliaá. Hasta aquí, ambos coinciden, desde la llegada a esa vivienda, los relatos difieren. La actriz asegura que se sintió violentada, que aquella noche iba muy ebria y que llevaba tiempo pensando denunciar, pero no se atrevía por miedo. Errejón sostiene que esa noche se produjo el encuentro de dos personas que llevaban mucho tiempo tonteando y que habían mantenido "conversaciones sexualizadas".