La embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, regresará a Madrid a principios de la próxima semana. Ha tenido que pasar algo más de un mes para que las relaciones entre España e Israel salgan de su espacio tensionado tras el enfado de Benjamin Netanyahu después de varias declaraciones de Pedro Sánchez sobre la guerra en Gaza.
El nuevo titular de Exteriores israelí, Israel Katz, en el cargo desde el 1 de enero, ha sido el que ha tomado la decisión de devolver a la diplomática a territorio español tras constatar "un cambio a mejor" en las declaraciones del Gobierno español y debido a "la importancia de las relaciones entre Israel y España", según ha detallado este jueves en un comunicado.
Así, Radian-Gordon estará de vuelta en la capital "a principios de la próxima semana" para continuar su actividad y lograr apoyos al derecho de Israel a proteger a sus ciudadanos frente a Hamás y la presión internacional para la consecución de la liberación de los rehenes aún en manos del grupo terrorista en la Franja, ha explicado Exteriores.
La embajadora israelí fue llamada a consultas el pasado 30 de noviembre a raíz de unas declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que cuestionaba que Israel estuviera respetando el Derecho Internacional Humanitario en su ofensiva militar en Gaza en respuesta al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre.
Precisamente, en su comunicado, el Ministerio de Exteriores israelí ha recordado que la llamada a consultas a Jerusalén de la embajadora se produjo tras "una serie de declaraciones problemáticas" por parte de altos cargos del Gobierno.
Una semana antes de que esto ocurriera, justo cuando Sánchez se disponía a regresar desde Egipto tras una gira que le había llevado el día de antes a Israel y Palestina junto al primer ministro belga, Alexander de Croo, el Gobierno israelí había convocado a la embajadora española en el Ministerio de Exteriores.
Entonces, a Israel le molestaron las declaraciones del presidente del Gobierno desde el paso de Rafah, que consideró que apoyaba el terrorismo de Hamás, algo que desde el Ejecutivo español se rechazó con contundencia, convocando a su vez a Radian-Gordon a Exteriores.
La llamada a consultas de la embajadora, un gesto contundente para mostrar su malestar, se produjo después de que Sánchez reconociera que tenía "francas dudas" de que Israel estuviera cumpliendo con las reglas de la guerra en lo que se refiere a la protección de civiles en Gaza a la luz del número de víctimas, incluidos niños.
Tanto durante su visita a Jerusalén, donde se reunió con Netanyahu y con el presidente israelí, Isaac Herzog, como antes y también después, Sánchez ha defendido que España mantiene una postura clara respecto a esta cuestión, de condena rotunda del ataque terrorista por parte de Hamás y de reconocimiento del derecho de Israel a defenderse.
Sin embargo, el presidente del Gobierno ha dejado claro que la respuesta militar israelí tiene que respetar el Derecho Internacional Humanitario y proteger a la población civil.
Sánchez, que ha propuesto la celebración de una conferencia internacional de paz cuando cesen las hostilidades, también ha defendido en varias ocasiones que la mejor vía para resolver el conflicto pasa por la materialización de la solución de dos Estados, al tiempo que ha defendido que la Autoridad Palestina, como representante legítimo de los palestinos, tiene que ser quien asuma el control de Gaza una vez concluya la ofensiva israelí contra Hamás.
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