El partido-milicia chií libanés Hezbolá ha confirmado este jueves la muerte de cuatro de sus miembros en un ataque ejecutado a última hora del miércoles por el Ejército de Israel contra el sur de Líbano, en el marco de los enfrentamientos desatados tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El grupo ha indicado en una serie de comunicados que los muertos son Husein Hadi Yazbak, Hadi Alí Reda, Husein Alí Muhamad Ghazala e Ibrahim Afif Fahs, de quienes ha dicho que "ascendieron como mártires en el camino a Jerusalén", según ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Asimismo, ha asegurado que durante la jornada del miércoles llevó a cabo varios ataques contra el norte de Israel, incluido uno lanzado contra "una agrupación de soldados" cerca de la frontera, en el que se usaron "armas apropiadas", sin más detalles al respecto.
Horas antes, el secretario general del grupo, Hasán Nasralá, había tildado de "flagrante agresión israelí" el ataque ejecutado el martes en la capital, Beirut, en el que murió el 'número dos' del brazo político de Hamás, Salé al Aruri, junto con otros seis miembros del grupo islamista palestino.
Nasralá sostuvo que lo sucedido es "muy peligroso", dado que "es la primera que ocurre algo así desde 2006" --en referencia a la guerra de ese año--, al tiempo que recalcó que "el crimen no quedará impune" y advirtió de que Hezbolá no tendrá "límites ni reglas" a la hora de hacer frente a Israel si estalla la guerra.
El ministro de Exteriores en funciones de Líbano, Abdalá Bu Habib, desveló el martes que el Gobierno estaba manteniendo contactos con el grupo para "convencerles" de que "no deben responder" a la muerte de Al Aruri. ""Estamos muy preocupados. Los libaneses no quieren verse arrastrados (a una guerra con Israel)", explicó en declaraciones a la emisora británica BBC 4.
Hezbolá, apoyado por Irán, ha llevado a cabo desde entonces decenas de ataques con drones y proyectiles contra el norte de Israel a raíz de los ataques de Hamás, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados y desataron una ofensiva israelí contra Gaza que ha dejado hasta ahora más de 22.300 muertos, una situación que ha hecho temer una expansión del conflicto al vecino Líbano e incluso a toda la región.
El primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati, recalcó a finales de diciembre la importancia de "aplicar" las resoluciones internacionales en la frontera con Israel y reclamó la "retirada" de las fuerzas israelíes de los "territorios ocupados", en el marco de estos combates. "Existe una solución y es aplicar las resoluciones internacionales", zanjó.
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