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La expectación era total. Más de 900 agentes se han desplegado en los alrededores del Congreso de los Diputados para tener bajo control el gran día de Leonor. Y miles de curiosos, muchos de ellos con bandera de España en mano, tampoco han querido perdérselo. Este 31 de octubre pasará a la historia como el día en que la princesa Leonor se hizo mayor de edad. Tanto legal como institucionalmente. Y el Hemiciclo ha sido el escenario de este acontecimiento de enorme magnitud.
A eso de las 11 de la mañana, la familia real ha hecho acto de presencia en la madrileña Carrera de San Jerónimo escoltada por el Escuadrón de la Guardia Real. Al bajar de los coches oficiales, dos Rolls Royce pertenecientes a Patrimonio Nacional, los reyes y sus dos hijas han sido recibidos por un Batallón de Honores formado por cuatro compañías de los ejércitos de Tierra, Armada, Aire y Guardia Civil con bandera, escuadra de gastadores, banda y música. Pero lo que más ha llamado la atención ha sido la reacción del pueblo al verles.
Gritos, ovaciones, pancartas, lágrimas... Un fervor sin precedentes se ha desatado entre la magnitud, que ha dado una calurosa bienvenida a la princesa de Asturias minutos antes de acceder al Hemiciclo para jurar la Constitución. El poder de convocatoria de la joven no ha defraudado, y tanto Leonor como su hermana y sus padres se han dejado ver sobrepasados al ver a tanta gente demostrando su cariño por una institución que pretende modernizarse con la figura de su heredera.
Una vez los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía han accedido por la Puerta de los Leones al Vestíbulo de la Reina, donde han saludado a Francina Armengoll, presidenta del Congreso de los Diputados, y Pedro Rollán, presidente del Senado, las miles de personas que se encuentran rodeando el precinto policial podrán seguir la sesión solemne desde unas enormes pantallas que ha dispuesto el Ayuntamiento de Madrid.
Antes de pronunciar su jura desde un escenario dispuesto ad hoc en el centro de la cámara baja, los cuatro han hecho un parón en el Salón de Pasos Periodos para estrechar manos con todos y cada uno de los miembros del Congreso y el Senado que han querido ser testigos de un instante clave en la trayectoria institucional de la joven, que ya ha sobrepasado la mayoría de edad.
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